Los sindicatos en El Salvador ¿Al servicio de quién?

El derecho a la libre asociación está reconocido en la Constitución vigente del país, un derecho que pocas personas ejercemos. Este derecho nos da la posibilidad de reunirnos para establecer organizaciones que nos permitan, a partir de afinidades e intereses comunes, resolver demandas o problemas concretos. El ejercicio de este derecho tiene múltiples obstáculos para la mayoría de la población, que no lo ejerce desde el poco interés causado por el desencanto de prácticas corruptas de muchas organizaciones, hasta la falta de tiempo para organizarse por las largas jornadas laborales o de estudio.

Los sindicatos son organizaciones de trabajadores y trabajadoras que, al menos en teoría, son iniciativas de personas del sector laboral, que se reúnen para garantizar el cumplimiento de demandas concretas. En el país, los sindicatos obreros surgen en la  década de 1920 como expresión del ánimo de trabajadores de hacer valer sus demandas ante la situación de explotación en la incipiente industria urbana. Sin embargo, al mismo tiempo que trabajadores creaban sindicatos, los patronos y el gobierno también creaban sindicatos (en la dinastía Meléndez-Quiñonez de 1913 a 1927, por ejemplo) con el objetivo de lograr un control para garantizar la tranquilidad de los empresarios y del gobierno de turno.

Durante el Siglo XX, los sindicatos tuvieron diversas expresiones, algunos se identificaban como organizaciones conservadoras que buscaban la conciliación, y otros, con dirigentes identificados con la izquierda buscaban hacer valer los intereses de los trabajadores a través de acciones de lucha para obligar a los empresarios a cumplir sus reivindicaciones. El periodo de radicalización y fortalecimiento de los sindicatos de izquierda fue previo a la guerra civil, en el cual se dieron huelgas como la de la empresa ACEROS y la memorable huelga de maestros en 1968 dirigida por ANDES 21. Posterior a la guerra con la firma del acuerdo de paz, el FMLN constituido por muchos sindicalistas, estudiantes y campesinos, se incorporó a las elecciones como un partido legal. Sin embargo, los dueños de las empresas retomaban el poder político del Estado a través de su partido ARENA, y encabezaban medidas para garantizar un control férreo sobre la sociedad.

La libertad sindical es un derecho conquistado y consagrado en el Código de Trabajo, que no se ejerce en la mayoría de casos por diversas razones. Entre estas razones se encuentran, la estricta supervisión de los patronos y las amenazas lanzadas contra los trabajadores y trabajadoras que desean sindicalizarse y la desmotivación de la mayoría de trabajadores ante muchos casos de acuerdos de dirigentes sindicales con los patronos, que perjudicaron los intereses de la clase trabajadora, abandonando a su suerte a los trabajadores que representaban, lo que genera el desinterés de estos últimos a organizarse.

Sobre esta última razón se hará un breve análisis que nos permita comprender las maniobras de la patronal con los trabajadores en cuanto a la sindicalización, y abordar un planteamiento que permita a la clase trabajadora superar ese problema.

Sobre este tema, tres factores son importantes para su comprensión, aunque no sean los únicos. El primero es la cuestión del poder, la segunda son las presiones materiales y sociales, y la tercera es la poca capacidad política de defender los intereses de los trabajadores por parte de los dirigentes, es decir la falta de una dirección de clase en las organizaciones de los trabajadores.

Sindicatos y sindicalistas en El Salvador.

En El Salvador, según el portal  digital http://www.gobiernoabierto.gob.sv/ , hay un total de 506 sindicatos registrados en el Ministerio de Trabajo, entre los que hay agrupaciones de comerciantes, profesionales o artesanos, y de trabajadores de instituciones públicas y de empresas en sus diferentes tipos. De estos últimos, es decir, los trabajadores que se sindicalizan en sus Empresas o instituciones se contabilizan trescientos noventa y nueve sindicatos registrados.

Este dato solo registra la existencia legal de sindicatos en el país. Sin embargo, no es posible comprobar a la luz únicamente de esta fuente, la existencia real de la totalidad de estos sindicatos, y menos posible es comprobar la defensa de los intereses de trabajadores por todos los sindicatos registrados. En el listado aparecen sindicatos que han demostrado un compromiso real con los trabajadores, como el Sindicato de trabajadores de la Empresa Lido S.A. (SELSA), SITIPA, STISS, SIMETRISS y otros. Sin embargo, hay otros tantos sindicatos de los que poco se sabe, y las sospechas de ser fachada de los empresarios para sumar apoyos en las elecciones de representantes trabajadores en el Consejo Nacional del Salario Mínimo (CNSM) crecen, pues existen denuncias que este es un método usado por patronos para alcanzar mayoría en dicho Consejo y tomar decisiones de manera holgada en favor de sus intereses capitalistas, como fue con los anteriores representantes obreros Pro-patronales en el CNSM.

Otro dato interesante es que la cantidad de trabajadores hombres inscritos en estos sindicatos es más de tres veces mayor que la de mujeres. En caso que estos sindicatos en su totalidad realmente estuviesen activos, la poca participación política de las mujeres por razones diversas (labores domésticas, religión, control social) es una realidad, la que hay que cambiar para ampliar los derechos de las mujeres trabajadoras.

Combatir el sindicalismo patronal para combatir a la patronal.

Hay tres tipos de maniobras de la patronal para ejercer control a la actividad sindical en beneficio de sus intereses: la primera es la creación de sindicatos fantasmas, inscritos en el MINTRAB para alcanzar el control del CNSM y el control sobre los trabajadores en las empresas, el segundo son los intentos de compra de voluntades de los dirigentes de los sindicatos que realmente existen y luchan por los trabajadores. Y en caso de no lograr ninguno de los anteriores, el ultimo método es la persecución abierta contra los trabajadores sindicalizados (en algunos casos usan a pandilleros para intimidar a trabajadores sindicalizados).

Para combatir estas maniobras se hace necesario que las personas trabajadoras organizadas planteen medidas como: la formación ideológica del sindicato, debatiendo las ideas propuestas por el marxismo, fundamentalmente, para combatir las desviaciones ideológicas en el interior de los sindicatos. La segunda es un mayor grado de democracia y transparencia al interior, que permita una participación activa de la base y la dirección en los asuntos del sindicato. La tercera es una campaña abierta a favor de la afiliación de más trabajadores y el aumento significativo de trabajadoras en los sindicatos, logrado a partir de campañas concretas en defensa del aumento al salario mínimo, la lucha contra los despidos, contra la imposición de una jornada laboral mayor, control de precios para los productos de consumo básico. Y una cuarta medida que es la denuncia constante de las maniobras patronales en contra de los trabajadores. Estas medidas pueden ser el inicio de la recuperación de fuerzas de los sindicatos que verdaderamente defienden los intereses de la clase trabajadora, es decir, los sindicatos de izquierda.

Nuestra organización, el Bloque Popular Juvenil, ofrece su apoyo a todos los compañeros y compañeras trabajadores que están luchando por sus derechos, a los sindicatos de clase que defienden a los trabajadores y trabajadoras. Les invitamos a contactarnos para coordinar la lucha por elevar los niveles de vida de la clase trabajadora en el país.

 

¡Contra el sindicalismo patronal!

¡Por sindicatos verdaderos de la clase trabajadora!

 

 

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