La encuesta UCA y el gobierno de Bukele siete meses después

La última encuesta realizada por la UCA revela algunos datos importantes sobre el panorama político salvadoreño que valen la pena analizar. En primer lugar, la encuesta muestra que la mayor parte de la gente mantiene la opinión de que la situación del país va mejorando o es mejor. El 65.9% sostiene que la situación general del país estuvo mejor en el año 2019 en comparación con el año 2018. El punto de honor en esto ha sido el combate a la delincuencia, que ha pasado a ser un problema secundario -pero no menos importante- en las prioridades de la gente.

Según los resultados, la mitad de los encuestados señaló que los problemas que más le afectan son los económicos, es decir, aquellos que tienen que ver con los salarios, los precios de la canasta básica y los precios de los servicios agua, luz, etc. En la pregunta: ¿Cree usted que la situación económica del país está mejorando o está empeorando desde que entró el gobierno de Nayib Bukele? En septiembre la respuesta fue 53.5% para “está mejorando” y 37% para “sigue igual”, en la encuesta actual los porcentajes se invirtieron, solo el 25.4% de la gente piensa que su situación económica mejoró y el 65.4 % dice que “sigue igual”.

Expectativa versus realidad

Estos datos muestran la encrucijada entre la expectativa, lo que esperan del gobierno, frente a la realidad que viven los salvadoreños diariamente. No es difícil comprender esta contradicción: esperan mucho del nuevo gobierno a pesar que, a excepción de la seguridad, no ha comenzado a resolver los problemas más profundos de la sociedad. Las políticas públicas ausentes en estos siete meses han sido aquellas que tienen que ver con elevar los niveles de vida de la población.

Esto se comprueba con el estudio de la economía familiar, los datos arrojan que el 42.7 % de la población tuvo que prestar dinero a otra persona para cumplir con los gastos mensuales del hogar, otros han tenido que hacer uso de tarjetas de crédito 10%, el 31 % de los encuestado tuvo que adquirir nuevas deudas y también se han visto obligados a solicitar más remesas del extranjero. El 37.4 % de los salvadoreños tuvo que dejar de comprar algunos alimentos porque los precios habían aumentado. En este sentido, seis de cada diez salvadoreños indican que el costo de la vida ha aumentado en el último año.

Actualmente, estos son los principales problemas que enfrenta el país, los que deberían solventarse inmediatamente. Rolando Castro, ministro de Trabajo, dijo hace meses que iniciaría la discusión sobre la nivelación del salario mínimo, que se revisa cada 3 años y debería haberse revisado el pasado 2019, como dice el dicho popular “del dicho al hecho hay mucho trecho”, han pasado los meses y este tema no se ha abordado en el Ministerio de Trabajo.

Entre otras cosas, el desempleo sigue estancado y resulta ser una de las principales preocupaciones de la población. La economía necesita 50,000 empleos para absorber a los nuevos profesionales y solo alcanza a generar 6,000. El otro problema que explotará, posiblemente en este 2020, es el de las pensiones que urge de una solución vital desde el Estado.

El gobierno de Bukele: un castillo de arena

La gente valora muy bien el trabajo del gobierno en el combate a la delincuencia, el Ejecutivo ha sabido manejar muy bien mediáticamente esto, y aún hay muchas aspiraciones y confianza en la administración de Bukele, pero hay problemas aun más profundos que no están siendo atendidos. El marketing tiene sus límites, no siempre se podrá mantener a la gente con pan y circo, tarde o temprano la gente despertará de su luna de miel y exigirán verdaderas medidas para elevar sus niveles de vida, la encuesta misma es una expresión de esto, los números van cambiando y la balanza se va equilibrando en cuanto a la opinión de la gente.

Por tanto, el gobierno tendrá en este año una papa caliente en sus manos y deberá dar respuesta inmediata a los problemas más sentidos de la población. La aceptación alta de Bukele puede pasar a ser un punto de fortaleza en algún momento a un punto de debilidad en otro. Pues entre más altas sean las expectativas y la confianza de la gente sobre las promesas del gobierno, mayor será la frustración y descontento que generará el incumplimiento de estas.

Por otro lado, la imagen de Bukele en 3 meses tuvo una disminución mínima, pero significativa, pasando de 8.37 en septiembre a 7.8 en diciembre, la brisa de verano empieza a tocar el castillo de arena del gobierno; esto debe interpretarse como un pequeño mensaje del pueblo para la administración de Bukele.

Simpatía por partidos políticos

Con respecto a la opinión sobre simpatía en los partidos políticos el panorama ha variado mínimamente. De septiembre a diciembre NI paso de tener un 66.4% de simpatía a tener un 70.2 %, un crecimiento de 3.8 puntos porcentuales, buena parte de este crecimiento vienen de simpatizantes del partido GANA que perdió alrededor de 5 puntos porcentuales en tres meses, pasando de 9.2% en septiembre a 3.3 % en diciembre.

En el caso de ARENA que figura en segundo lugar en simpatías, ha perdido 1.4 puntos porcentuales, de 13.3 % en septiembre pasó a 11.9 %; por último el FMLN que ha sido el partido que más puntos ha logrado aumentar, pasó de 7.5 % a 11.6% un crecimiento neto de 4.1 % pasando del cuarto lugar al tercero.

Intención de voto partidos políticos

En intención de votos la situación de los partidos políticos cambia un poco, porque se incluye el porcentaje de gente descontenta con los partidos políticos que manifiestan no votar o anular su voto ante el descrédito de estos.

Ante la pregunta: ¿Si las elecciones fueran hoy por qué partido votarían? En septiembre, el 24. 3 % de los encuestados opinaban que no votarían por ningún partido, desde entonces a diciembre esta respuesta fue la que más creció elevándose en 13 puntos porcentuales, pasando del 24.3 % al 37.9 %, esto es un dato importante que muestra el rechazo a los partidos del régimen y a las elecciones burguesas.

En el caso de NI, que también lidera la intención de votos, su crecimiento ha sido pequeño 4,1 %, pero le ayuda a ampliar su ventaja sobre todos los demás partidos, pasando del 42.4 % al 46.5 %; le sigue muy lejanamente ARENA que bajó una décima, del 6.9 % pasó al 6.8 %; el FMLN desbancó a GANA del tercer lugar, creciendo en 3.6%, es el partido político que más creció en intención de votos subió del 2.8 % al 5.2%. Finalmente, GANA pasó del 3.3 % al 3.7 % creciendo un poquito, pero cayendo a la cuarta posición en intención de votos.

Perspectivas

La ventaja de Nuevas Ideas sobre todos los partidos políticos es aplastante y parece muy difícil de alcanzar, en un año pueden pasar muchas cosas, aunque parece que la gente ya ha dado un veredicto la tabla puede cambiar, en política nada está escrito en piedra. La suerte de NI dependerá de lo que pueda hacer el gobierno central. De lo que podemos quizá estar seguros es que de continuar la situación como hasta ahora, Nuevas Ideas se hará de una buena bancada parlamentaria, controlando así en 2021 la Asamblea Legislativa y el Ejecutivo.

En esta perspectiva, Nayib seguirá su hoja de ruta, cumpliendo con las exigencias del FMI, como hasta ahora, o incluso yendo más allá para favorecer al capital extranjero. Nos queda claro que las intenciones de Bukele han sido siempre hacer de El Salvador un paraíso fiscal para los inversores extranjeros, fortaleciendo así la explotación y el saqueo de nuestros recursos.

Una bancada mayoritaria de Nuevas Ideas será peligrosa, pero también puede marcar un punto de inflexión en la lucha de clases. Las masas trabajadoras están cansadas de traiciones y ataques a sus niveles de vida. Un programa de contrarreformas puede desatar la rabia contenida de la clase obrera. Lanzando a la lucha a la juventud y a toda la clase trabajadora exigiendo que se cumplan las promesas pomposas de campaña, incluso desde una perspectiva donde no se aplique un programa de contrarreformas (lo cual es muy difícil), con el simple hecho de intentar administrar la crisis podría desatar la ira de las masas en el futuro, al verse engañadas y utilizadas.

La situación internacional

La situación política de El Salvador y de todo el terreno internacional es una bomba de tiempo que explotará tarde o temprano en cada país, las contradicciones del capitalismo son cada vez más insoportables para las masas y estas exigen cambios verdaderos no soluciones de humo.

El último mes del año, el FMI anunció el advenimiento de una nueva recesión que afectará al 90% de las economías, nuestra economía anclada al imperialismo de los Estado Unidos no podrá soportar los embates de esta recesión, los capitalistas exigirán a los gobiernos que se les proteja con medidas a su favor, lo cual significará ataques a los niveles de vida a los más pobres de la sociedad.    

La única salida es la organización y la lucha de calle de la clase obrera, son 30 años de traiciones. La reactivación del movimiento de lucha en todos los sentidos debe ser la prioridad de los revolucionarios en este momento de la lucha de clases. Como dijimos antes de las elecciones presidenciales del 2019, no hay alternativa para la clase obrera debemos luchar por un programa revolucionario desde las calles. 

Viernes 10 de enero, 2019

 

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