Sucesos de 1932: Una Insurrección Revolucionaria

Cada enero conmemoramos uno de los acontecimientos que lleno de sangre  la historia salvadoreña. Como una clara muestra reaccionaria de la oligarquía salvadoreña, de  no estar dispuesta a dejarse arrebatar sus podridos intereses de clase.

Cada enero conmemoramos uno de los acontecimientos que lleno de sangre  la historia salvadoreña. Como una clara muestra reaccionaria de la oligarquía salvadoreña, de  no estar dispuesta a dejarse arrebatar sus podridos intereses de clase.

ANTECEDENTES
Las condiciones que prepararon el descontento de las clases productivas son variadas. A finales de el siglo XIX cuando el gobierno de turno aprobó un decreto de eliminación de las tierras comunales y ejidales, para utilizarlas en el desarrollo del cultivo del café en la zona occidental de el país, dejando sin tierra a gran parte de los agricultores indígenas, originando un enorme descontento y pequeños levantamientos de la población indígena. Posteriormente en la década de 1920 comienza el ascenso de la organización sindical, en septiembre de 1924 se forma la federación regional de trabajadores de el salvador (FRTS) “LA REGIONAL, este movimiento sindical llega abarcar a los trabajadores del campo y la ciudad (en 1930 contaba con 80,000 trabajadores agrícolas) la consigna de la regional fue la reforma agraria, destrucción de los latifundios, erradicación de las formas feudales de explotación. Un elemento determinante fue la difícil situación que origino la crisis mundial de 1929, que reflejo la dependencia de las exportaciones de el café a las potencias imperialistas, las exportaciones del café en 1926 eran de 46,721,335 colones y cayeron a 23,914,481 colones en 1930, un poco mas de el 50%, esta caída fue catastrófica para la economía del país y con ella los despidos masivos en la ciudad y el campo, los campesinos medios y pequeños cayeron en mora, perdiendo sus parcelas en manos de los usureros
La presión económica y política de finales de la década,  terminando la dinastía de los Menéndez-Quiñónez hizo que  se aceptaran derechos democráticos importantes incluyendo a organizaciones políticas. Para enero de 1931 asume el gobierno de Arturo Araujo del partido laborista, conformado por sectores de la pequeña burguesía, esta se presentaba como una alternativa para poder salir de la crisis, desde sus inicios se topo con el peso de la crisis y en corto plazo provoco la desmoralización de los trabajadores. La oligarquía por su parte veía en Araujo la incapacidad de detener la lucha del movimiento obrero en ascenso, y el 2 de diciembre de 1931 es derrocado a través de un golpe de estado que impone en el gobierno al general Maximiliano Hernández Martínez.
El movimiento revolucionario estaba en ascenso y era encabezado por la Regional y el recién formado Partido Comunista Salvadoreño (PCS) que  surge en el ascenso de el movimiento de masas, fundado en marzo de 1930.  El PCS optaba por una huelga, pero el estado de animo de las masas parecía incontenible y ante esta situación los lideres comunistas deciden hacer los preparativos tácticos para la insurrección. El 19 de enero son detenidos el lideres comunistas Farabundo Marti y los lideres estudiantiles Alfonso Luna y Mario Zapata, entre sus documentos, los preparativos con fecha de la insurrección para el 22 de enero. Luego de un debate entre los lideres comunistas, de realizar o no la insurrección, deciden llevarla acabo con ciertas variantes tácticas la fecha acordada, tácticas que no llegaron a todos los obreros.

LA INSURRECCION
Fue un 22 de enero de  1932,  cuando cientos de miles de campesinos, obreros, y estudiantes, irrumpen decididamente con machetes, palos y algunas pocas  armas de fuego. Miles de campesinos se lanzaron a la invasión de poblaciones como Sonsonate, Santa Ana, Ahuachapán, Villa Colón, Juayúa, Salcoatitán, Sonzacate, Izalco, Teotepeque, Tepecoyo, Los Amates, Finca Florida, Tacuba, Ataco, y otras poblaciones más, los ataques iban dirigidos contra cuarteles, guarniciones de policía, oficinas municipales y de telégrafos, al igual que contra casas de reconocidos terratenientes. La burguesía conocía de antemano la sublevación y estaban preparados para reprimir la revolución, tres días después el movimiento había sido dominado, el saldo de muertos se realiza luego de controlada la sublevación. Todo barón mayor de 18 años que se encontrase sospechoso era fusilado. La burguesía colaboro financieramente para detener la fuerza de los trabajadores, formaron “la guardia cívica” con el apoyo de los capas medias urbanas. El saldo mas alto lo pagaron los indígenas y entre ellos su líder, Feliciano Ama, quien muriera ahorcado el 28 de enero de 1932, como un escarmiento contra la rebelión de la población indígena.
Este periodo parió uno de los grandes revolucionarios salvadoreños que ofrendaron su vida junto a todos los obreros salvadoreños masacrados, este fue, Agustín Farabundo Marti, incansablemente su vida estuvo marcada por la entrega comunista. Entre exilios,  persecuciones y prisiones en los países de Guatemala, México, en Nicaragua junto a Sandino, etc. fiel en la lucha revolucionaria anti-imperialista se mantuvo fiel con los obreros. Su vida política estuvo influenciada por la ola de los acontecimientos de la revolución rusa. Luego de ser detenido el 19 de enero, y ser reprimido el movimiento de masas, fue acusado como responsable de la insurrección y encontrado culpable y condenado a fusilamiento por sedición y rebelión, ejecutado junto a Zapata y Luna el  1º de febrero de 1932.
Es deber de todo revolucionario conocer la historia de la lucha de clases salvadoreña para preparar las tareas próximas hacia la dictadura de el proletariado. Hoy las condiciones para la lucha revolucionarias son cien veces mas favorables.

¡Viva el legado del 32!
¡Viva Farabundo Marti!

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