Sobre los ataques a los agentes de la Policía Nacional Civil

La ola delincuencial que azota nuestro país afecta a la mayoría de la población y quienes también no están exentos son los agentes de la PNC. Al revisar las estadísticas podemos observar un aumento en el asesinato de los agentes policiales ya que en el 2013 fueron asesinados 14 policías, en el 2014 aumento la cifra a 39 y terminamos el 2015 con 62 policías asesinados, algunos de ellos asesinados de manera cobarde fuera de sus labores, en sus casas con sus familias y otros en el cumplimiento del deber.

La ola delincuencial que azota nuestro país afecta a la mayoría de la población y quienes también no están exentos son los agentes de la PNC. Al revisar las estadísticas podemos observar un aumento en el asesinato de los agentes policiales ya que en el 2013 fueron asesinados 14 policías, en el 2014 aumento la cifra a 39 y terminamos el 2015 con 62 policías asesinados, algunos de ellos asesinados de manera cobarde fuera de sus labores, en sus casas con sus familias y otros en el cumplimiento del deber.

En su accionar bélico y como fruto de un cambio estratégico las llamadas maras MS y Barrio 18 han tenido la fuerza hasta para atacar puestos policiales y también han enfocado su ataque a los familiares de los agentes, adicionalmente la Fuerza Armada perdió a 24 militares durante el 2015, en similares circunstancias a las de la PNC.

Lo que sería importante cortar a la mara MS Y Barrio 18, es ese caudal de juventud que no tiene una oportunidad ya sea de trabajo o estudio, solo para mostrar unos datos según el MINED, en El Salvador, se gradúan cada año un promedio de 90,000 bachilleres, de los cuales la Universidad Nacional solo adsorbe un poco mas de 10,000, otros quizá no más de 20,000 entran a las universidades privadas ya que sus padres poseen la capacidad económica para pagarlo y los 60,000 restantes salen a la búsqueda de un empleo, de los cuales hoy en día son escasos y con salarios de miseria.

Otra de las cuestiones es la desintegración familiar producto de las condiciones que se viven a diario no permite que los padres vigilen de manera correcta a sus hijos, sus amistades, no olvidemos que estos residen en un hogar donde el padre tiene que trabajar muchas veces en horarios extendidos y que la madre pasa por la misma situación y no para una vida digna, si no como se dice en buen salvadoreño, para irla pasando.

Se debe también incrementar la educación sexual no solo a través de las escuelas, si no en campañas y decimos esto porque aunque parezca raro en nuestro país todavía hay personas que tienen los hijos que Dios les dé, familias que tienen hasta 5 hijos y después no pueden costearse un desarrollo adecuado y es ahí donde los muchachos al crecer fácilmente son presa fácil de las maras, este tipo de actitud lo podemos ver con mucha frecuencia en hogares con denominación de cristianos protestantes.

Ante tales circunstancias, sería muy positivo que los agentes de la PNC, tuvieran el derecho legal  de aglutinarse en sindicatos ya que con esto se conseguiría que las peticiones para un mejor desempeño de sus funciones fueran escuchadas y puestas en ejecución, así como mejorar los salarios y las prestaciones a las familias de los agentes.

Las medidas superficiales llevadas a cabo por el Gobierno como lo son: elevar las penas a quienes atenten contra los policías, no detienen la escalada de violencia, situaciones como el acuartelamiento, permiten el desarrollo de estrés en los agentes ya que muchos de ellos, también son padres de familia que deben proteger a los suyos,  afecta también el trabajo ya que la mayoría de sedes policiales no cuentan con las condiciones mínimas para albergarlos, duermen en el suelo, los baños son insalubres, no cuentan con agua potable regular, etc.

Quiero dedicar este artículo en memoria del Agente Salvador E. Benavides, quien falleció en cumplimiento de su deber el día 27 de noviembre de 2015, dejando a dos hijos en la orfandad persona muy especial y amigo de infancia, una persona realmente extraordinaria y quien dedicó 15 años de su vida a la institución policial.

Tenemos que ser realistas, la violencia no se detendrá solo con represión, tienen que haber cambios radicales en la sociedad, las pandillas tienen a su diestra a miles de jóvenes que ante un futuro incierto y con las condiciones que genera el sistema capitalista, se vuelven tierra fértil para su incorporación a estos grupos.

El gobierno del FMLN debe generar las condiciones necesarias entre otras aumentar el presupuesto de educación y que se generen trabajos dignos, de manera que los jóvenes tengan alternativas y no se vean en la necesidad de incorporarse a las maras.

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