Sobre las elecciones 2015: El FMLN debe usar el Estado burgués de manera revolucionaria

 

 

El Estado Burgués es la dominación de la clase burguesa sobre las demás clases oprimidas. El Estado actual, con todas sus instituciones y leyes, es la más clara expresión de esa realidad adversa a la clase obrera.  

Absolutamente todas las instituciones estatales, -y otras, como las eclesiales- responden a los intereses de la burguesía,  por ejemplo, la Constitución salvadoreña se configura como la llave que mantiene cerrada la posibilidad de realizar transformaciones profundas a favor de las clases oprimidas, pues consagra como santo e inalienable, el derecho a la propiedad privada.

 

Más, la propiedad privada, está privada para la gran mayoría de la población. El artículo 103 de la constitución dice: “Se  reconoce y garantiza el derecho a la propiedad privada en función social”, algo irrealizable, cuando se trata de repartir las ganancias generadas por la clase trabajadora, siendo estas, de beneficio exclusivo para la burguesía.  La Constitución prohíbe los referéndums, limita sus reformas estructurales, con la existencia de artículos pétreos,  o imposibles de cambiar legalmente.

Las constituciones son una conquista de la burguesía, desde la época de la Revolución Francesa, Inglesa, las Independencias americanas, y otros triunfos de la clase burguesa sobre el poder monárquico. No podemos esperar, que la burguesía piense en el interés de la clase obrera, antes del suyo mismo.  Cada ocasión, que el orden social, y la clase dominante ha cambiado también ha cambiado su expresión de dominación, en la época monárquica, existía el Estado absolutista, en la época colonial, la dominación criolla y monárquica, en el capitalismo, el Estado Burgués.

Las instituciones actuales no son realmente útiles a los intereses de la clase obrera, que son los mismos intereses de la mayoría. Es por ello, que no podemos aspirar a obtener transformaciones reales, con un Estado adverso y a favor del enemigo de clase.  La Comuna de Paris fue un claro ejemplo de ello, pues los trabajadores lograron controlar el Estado burgués parisino, pero no lo sustituyeron, un factor que facilitó las cosas para el regreso de la burguesía al poder a costa del derramamiento de sangre de los 30 mil comuneros.

Como bien lo dice la biblia, no puedes echar vino nuevo en odres viejos, pues este se arruinará. En este momento, el FMLN posee el control del órgano ejecutivo del Estado burgués, y aspira correctamente a tener mayoría en el parlamento y ganar la mayoría de Alcaldías del país. Eso es una tarea inaplazable, sin embargo, la tarea no acaba en el resultado electoral, continua a un nivel mucho más complejo, que se traduce en sustituir el viejo poder burgués por un nuevo poder, el poder de la mayoría, expresada en los consejos obreros. Mientras esta tarea se materializa, el FMLN, nuestros candidatos y candidatas deben aplicar las medidas más audaces para combatir el oportunismo, por ejemplo, ellos, al ser nuestros representantes (en los cargos que sea) deben ganar un salario similar al de sus representados, deben usar cada espacio ganado para denunciar las atrocidades del capitalismo y del imperialismo –como lo hacía Schafick Handal en la Asamblea Legislativa-, y exponer sin miedo, las ideas revolucionarias, explicar realmente a las masas la necesidad de luchar por el socialismo, como única vía de mejorar permanentemente las condiciones de vida de la mayoría.

Sabemos que en el FMLN tenemos buenos compañeros, muy capaces de realizar estas y otras medidas a favor de la clase trabajadora y las demás clases oprimidas. El FMLN debe seguir fomentando mayor democracia interna, donde no solamente se discuta sobre la campaña electoral o las candidaturas, donde  también se debata sobre la construcción de esa nueva sociedad, sobre la lucha de las clases y sobre las tareas de cada una y cada uno de los miembros del FMLN para conquistar el cielo por asalto.

¡Por un programa socialista en las elecciones del 2015!

¡Representante obrero: salario obrero!

¡Viva el FMLN!

 

 

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