Manifestación: ¡Tocar niñas SÍ es un delito!

La tarde del lunes 4 de noviembre, cientos de mujeres se concentraron para exigir justicia al grito de: ¡Tocar niñas SÍ es un delito! Ante la sentencia de la Corte Suprema de Justicia de declarar únicamente como “falta” la agresión sexual del magistrado Escalante contra una niña de 10 años, cometida en febrero del presente año. Calificar la agresión como falta implica que Escalante solo deba pagar una multa que va de los 10 a los 30 días, en tanto que si se tipifica como delito de agresión sexual en menor incapaz podría pagar de 10 a 12 años en prisión. El escenario de la manifestación fue la entrada del Centro Judicial “Isidro Menéndez”, el ambiente estuvo lleno de indignación y rabia reclamando que se aplique todo el peso de la ley contra este degenerado.

La rabia de los manifestantes, en su mayoría mujeres, refleja un sentimiento genuino, y no es para menos. Rechazan enérgicamente la resolución dada a este caso de abuso para marcar un precedente de justicia a favor de los grupos más vulnerables en la sociedad, en este caso las niñas pobres. Las colectivas de mujeres denuncian que esto demuestra a todas luces la violencia del Estado sobre los cuerpos de las mujeres y niñas salvadoreñas; evidencian además que el mensaje que se envía a la ciudadanía y en particular a las mujeres abusadas es que los poderosos siempre gozarán de impunidad y que de nada sirve la denuncia si al final los abusadores nunca serán juzgados como se debe.

Hipocresía gubernamental

Por otro lado, no dejaron de señalar la hipocresía del Ejecutivo y específicamente de Nayib Bukele que ha querido montarse sobre esta demanda. Señalaron las grandes inconsistencias de un gobierno que pide justicia en este caso pero que no se pronuncia por las miles de niñas y mujeres violadas y embarazadas, o que mantiene a tipos abiertamente misóginos en su gabinete que hoy quieren darse baños de pureza como Salvador Alas, ‘La Choly’, reclaman que este sujeto sea sustituido de su cargo por vulgarizar y objetivizar durante décadas a las mujeres a través de su programa de radio. También descalificaron la supuesta buena acción que anunció el presidente de enviar a 100 mujeres policías a “cuidar la manifestación”, la calificaron como demagoga pues no es esto lo que las mujeres del país necesitan, en lugar de estas acciones que realmente no ayudan en nada, piden que el gobierno de Nayib Bukele deje de recortar presupuesto para los programas sociales enfocados a las mujeres, a su prevención en salud, etc.

Algunos miembros de Nuevas Ideas se hicieron presente y quisieron hacer uso del micrófono abierto, pero esto fue negado por las organizadoras quienes defendieron que la concentración no debía utilizarse para hacer proselitismo político por parte de los partidos. “Esto no es un mitin, esto no es un esfuerzo partidario; es un esfuerzo ciudadano y así lo vamos a seguir manteniendo”, manifestaron.

Un país altamente peligroso para las niñas

Según el Observatorio de violencia de ORMUSA, en los primeros cuatro meses del 2019 se registró 822 casos de violencia sexual denunciados ante las autoridades, de estas denuncias alrededor de 649, es decir el 79%, fueron hechas por victimas menores de 19 años. Pero como lo hemos denunciado antes, estas cifras no reflejan el estado real, miles de mujeres y niñas no se atreven a denunciar por miedo a represalias mayores por parte de los agresores; por miedo a que nadie les crea y se les revictimice; por miedo a la estigmatización de la sociedad; porque no creen, justificadamente, en el Sistema de Justicia del país, y otras por desconocer los procesos adecuados para hacerlo.

A inicios de octubre de 2019, el CONNA reveló la alarmante cifra que evidenciaba que en 2018 una menor de edad era sometida y violada cada tres horas en El Salvador. Las víctimas de violaciones y estupro en ese año llegaron a ser 3,105. Esto pone al país entre los países más peligrosos para ser niña, sobre todo si tenemos en cuenta que la mayoría de estos abusos fueron cometidos en el seno de los hogares. Esta ha sido la cruda realidad de las niñas salvadoreñas desde siempre y nada se está haciendo para acabar con este infierno.

¿De qué lado está la “justicia” bajo el capitalismo?

Para perpetuarse durante todo estos años, el sistema capitalista, a través de toda la ideología de la clase dominante, nos ha querido vender la idea que el Estado y todos sus órganos –Legislativo, Ejecutivo y Judicial- son un cuerpo que esta creado para defender los intereses de “todos”, que está estructurado para ayudar a “todos” y hacer valer la justicia para “todos” por igual. Pero nada es más falso que eso.

El Estado tal como lo conocemos, ha sido creado a imagen y semejanza de la clase dominante: de la burguesía, y la supuesta justicia y libertad que defiende no es para todos y todas sin distinción de clase, sino únicamente para esa clase privilegiada. Y la agresión y la impunidad a esta niña lo dejan en evidencia.

En este sentido, debemos decir que los jueces y fiscales no son esos tipos pulcros que aplicaran la justicia con neutralidad para todos, sino que sus sentencias arrastran tras de sí todo un bagaje ideológico y de clase. Monseñor Romero entendió a la perfección esto cuando dijo que la justicia es como la serpiente que solo muerde al descalzo. Además, la manera de proceder en este caso refleja fielmente el grado de machismo y misoginia que impregna el Sistema de Justicia en particular y el Estado burgués en general.

La misma ligereza con que los jueces y fiscales actúan en los casos de agresiones y violaciones hacia mujeres y niñas es la misma con la que se actúa ante los casos de corrupción de los poderosos, otorgándoles penas risibles. Al final de todo esto se esconde una gran verdad: la justicia bajo el capitalismo está del lado de la clase dominante, no hay justicia para la clase trabajadora ni para sus hijos e hijas.

Nuestras exigencias

Ante esto, es imperante la organización consciente de la mayor cantidad de mujeres y hombres para hacerle frente a esta situación agobiante. No se debe permitir que el Estado y el Sistema Judicial perpetúen la violencia hacia las mujeres y niñas. Desde el Bloque Popular Juvenil creemos que se deben depurar estas instituciones de esos elementos putrefactos y misóginos que avalan y consientes la violencia y los abusos hacia las mujeres. Nos oponemos a su justicia patriarcal y de clase, pedimos que se quite el fuero a esos funcionarios degenerados y que tanto los jueces como los fiscales sean electos por el voto directo de la sociedad, que sean revocables en cualquier momento y que su accionar este bajo control democrático de la clase trabajadora en su conjunto.

Así mismo, hacemos un llamado a nuestros lectores. Debemos pasar de la indignación pasiva a una acción colectiva y revolucionaria, para cambiar la sociedad desde sus cimientos. Solo la lucha colectiva y organizada es garantía para ofrecerle a nuestras niñas y niños un presente y futuro diferente, libre de esta podredumbre a la que nos ha condenado el capitalismo, libre de toda violencia y opresión. La siguiente actividad será una marcha el próximo lunes 11 de noviembre, que saldrá a las 8:30am desde la Plaza Minerva de la UES y se dirigirá a la Corte Suprema de Justicia. La participación de miles es necesaria para hacernos escuchar, no dejemos que la indiferencia nos gane la batalla. Alcemos juntos la voz por el derecho de nuestras niñas a una vida libre de violencia.

¡Las niñas no se tocan, no se violan, no se matan!

¡Abajo el capitalismo y su sistema de justicia patriarcal y misógino!

¡Por una justicia verdadera de la clase trabajadora organizada!

Deja un comentario