Honduras: Fortalezcamos la organización desde las bases y preparemos una huelga general

Acontecimientos históricos se están viviendo en Honduras. El descarado fraude que quieren imponer sólo demuestra como a la clase gobernante le importa poco la opinión del pueblo trabajador. Lo que buscan en el fondo es mantener sus privilegios perpetuando la explotación y la pobreza de nuestro sufrido pueblo. Evitar la imposición de JOH sería un ejemplo para las luchas del resto de pueblos de América, el imperialismo estadounidense no quiere eso y mete sus manos en nuestro país posicionándose con el régimen golpista de los oligarcas, sus históricos aliados. ¡Fuera manos imperialistas de Honduras!

Acontecimientos históricos se están viviendo en Honduras. El descarado fraude que quieren imponer sólo demuestra como a la clase gobernante le importa poco la opinión del pueblo trabajador. Lo que buscan en el fondo es mantener sus privilegios perpetuando la explotación y la pobreza de nuestro sufrido pueblo. Evitar la imposición de JOH sería un ejemplo para las luchas del resto de pueblos de América, el imperialismo estadounidense no quiere eso y mete sus manos en nuestro país posicionándose con el régimen golpista de los oligarcas, sus históricos aliados. ¡Fuera manos imperialistas de Honduras!

Un profundo cambio es necesario y sólo se puede conseguir con la lucha revolucionaria de los trabajadores del campo y la ciudad. Debido a la determinación del pueblo el régimen está en crisis, hemos conseguido generar divisiones y fisuras en la propia estructura del Estado golpista. Si no fuera por nuestra lucha JOH ya estaría impuesto. Hemos sido millones quienes hemos votado y salido a las calles contra este régimen pero a pesar de todo el esfuerzo y heroísmo, hasta ahora no hemos conseguido detener el fraude, primer paso para avanzar en un cambio profundo. Esto se debe a que no hemos conseguido la suficiente organización para avanzar a acciones más decisivas, como lo puede ser una auténtica huelga general, que obliguen al gobierno de los capitalistas a retroceder.

Debemos demostrarles que si imponen a JOH este no podrá gobernar porque el pueblo estará en rebeldía. Sin embargo, si el movimiento no es capaz de avanzar inevitablemente puede caer en reflujo con acciones menos potentes que podrían terminar con la imposición de este odiado gobierno. Eso sería continuar con la pesadilla de violencia y pobreza en que estamos sumergidos. Los golpistas no tienen el apoyo del pueblo pero actúan con determinación desde su dirección para imponer sus objetivos. En una guerra (y lo que vivimos es una guerra entre clases explotadas contra los explotadores) en más de una ocasión un ejército más pequeño puede ganar una batalla si cuenta con una dirección más determinada, aun cuando el pueblo se ha rebelado no está asegurado el triunfo. Es necesario que la dirección de la alianza y los sindicatos se pongan a la altura del pueblo y las tareas que la historia nos presenta y se establezca un plan encaminado a paralizar al país y la producción hasta echarlos fuera.

Pensamos que en cada territorio se deben establecer comités de lucha que organicen de mejor forma las batallas dentro de un plan de acción nacional. Las estructuras del partido Libre, que en su base cuenta con buenos luchadores sociales, se deben poner en función de estas tareas. Los sindicatos no pueden quedarse al margen de la batalla, deben convocar a asambleas en cada centro de trabajo y acordar acciones que abonen a la caída de JOH y levantar un programa claro de defensa de los intereses de nuestra clase. En 2011 el pueblo egipcio luchó contra una dictadura que llevaba décadas gobernando al país, fue cuando la clase obrera entró en acción organizando una huelga, que se generalizó y paralizó la producción, y el odiado dictador Mubarak cayó. Debemos seguir este ejemplo, las manifestaciones masivas y los paros con bloqueos carreteros son importantes pero menos efectivos que una auténtica huelga general.

Esta es una verdadera escuela para millones de jóvenes y trabajadores hondureños, es una batalla muy importante, pero sólo una batalla. Han caído cerca de una veintena de compañeros en esta lucha que debemos homenajear acabando no solo con este régimen corrupto y violento sino con su sistema capitalista que es la raíz de los problemas que vive nuestra sociedad.

En La Izquierda Marxista, como parte de la Corriente Marxista Internacional (CMI), creemos necesario luchar por una elevación inmediata del salario, que el trabajo existente se distribuya entre las manos existentes para acabar con el desempleo, que se haga un plan urgente para sacar de su asfixia al seguro social y la educación pública, para ello hay que juzgar a todos los políticos y empresarios corruptos y expropiar sus bienes para refinanciar estas importantes áreas. Debemos luchar por una sociedad donde la democracia no sea falsa y se respete la voz del pueblo, donde las palancas de la economía estén en manos de los trabajadores y se pongan las riquezas que producimos al servicio y beneficio equitativo de todos. El primer paso para avanzar en este programa es impedir la imposición de JOH y construir un gobierno de y para los trabajadores.

 

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