Trotsky y su legado de resistencia revolucionaria

A 78 años del asesinato de León Trotsky, el 21 de agosto de 1940, en México, a manos del agente estalinista Ramón Mercader, hablar sobre el gran revolucionario ruso Lev Davidovich Broinstein (L.T.) es polémico en muchos sentidos, debido sobre todo al bombardeo ideológico, político y militar que la URSS de Stalin llevo a cabo, en contra de los edificadores del primer Estado socialista que el mundo ha conocido, particularmente contra Trotsky.

Trotsky y su papel revolucionario

Lo indiscutible de Trotsky, y lo que el estalinismo no pudo borrar de la historia, es su papel de dirección en la Revolución de octubre de 1917. Trotsky se allego a los bolcheviques en las posturas y políticas más fundamentales, y, de hecho, era el que tenía más claridad sobre cómo enrumbar a Rusia hacia el socialismo, y lo había planteado desde antes de la Revolución de 1905.

Trotsky fue un pilar fundamental, junto a Lenin, para que el proletariado ruso tomase el poder en 1917. Su papel revolucionario está caracterizado por su claridad política en ideas, métodos y programa, y su capacidad organizativa en la construcción del aparato bolchevique durante la revolución del 1917.

Aportes teóricos-políticos

En el área teórica, Trotsky desde joven mostró toda su disposición a estudiar el marxismo clásico de Marx y Engels, y se cuestionó la manera de aplicar dicha teoría a la cuestión rusa, es decir, a un país atrasado en la industria y agrario.

De todo el estudio exhaustivo que realizo del marxismo, Trotsky aportó a la teoría revolucionaria conocida como el socialismo científico: la explicación más detallada del desarrollo desigual y combinado del capitalismo, y de ello, la teoría de la revolución permanente, por mencionar dos de sus más trascendentales contribuciones en esta área.

El desarrollo desigual y combinado se basa en la explicación de Marx que, a partir de las revoluciones industriales y políticas, algunos Estados naciones lograronun desarrollo más completo, en el sentido que atravesaron fases como la Revolución Democrática y trasformaciones económicas que les permitió una acumulación originaria de capital clásica: expropiación de la mayoría de medios agrícolas y desarrollo intenso de la industria, con respecto a los países que lo lograron siguiendo sus ejemplos y patrones tiempo después. En este sentido, el capitalismo a medida se desarrolló de la manera más plena en Europa con todo y sus males, en los países que erigieron sus Estados naciones a la imagen y semejanza de la Francia Revolucionaria de 1789, fue distinto, pues algunos forzaron su composición económica a las nuevas exigencias de la modernidad, y, por ende, supeditaron sus Estados al faro eurocéntrico.

La burguesía de estos países, mucha con un pasado feudal, nació supeditada a las burguesías extranjeras, y el desarrollo de estos países nació supeditado como corolario de los desarrollos de los grandes países industriales y dependiendo de ellos desde su concepción. Por ello, no existe, ni existirá una capacidad-ni mucho menos intenciones de sus burguesías-, en los países “subdesarrollados” de lograr un desarrollo igual o mayor al de los industrializados, al menos no sobre vías capitalistas.

Comprendiendo que elementos de lo viejo sobreviven en lo nuevo, y que gracias a un proceso no lineal adoptan diferentes formas y matices, es necesario plantearse que hacer para que la revolución socialista sea posible según los métodos clásicos del marxismo en estos países. Y a este respecto, responde Trotsky exponiendo su teoría de la revolución permanente.

La teoría de la revolución permanente está sujeta a la idea de una revolución socialista internacional y a la dictadura del proletariado, por ello, combate todas las demás ideas que alejan al proletariado de su misión histórica: la toma del poder. Por tanto, plantea la necesidad de llevar a cabo la alianza obrero campesina propuesta por Lenin, pero manteniendo el proletariado como vanguardia y supeditando al campesinado a las tareas del primero.

La revolución permanente expone que, ante un Estado atrasado o país colonial, la primera tarea del proletariado al tomar el poder es realizar las medidas transitorias de la RevoluciónDemocrática inconclusa o pendiente, sobre bases del poder obrero, terminado esto, inmediatamente deben emprenderse las medidas transitorias al socialismo, para que el país revolucionario obtenga condiciones aptas para mantenerse frente al imperialismo. Esto empuja al proceso revolucionario y le dota de independencia política, contrario a lo que plantean los estalinistas que debemos esperar a que la burguesía desarrolle el país para ir al socialismo dentro de unos 50 o 100 años. Además, la teoría de la revolución permanente, acota que la revolución debe extenderse a todo el mundo como lo planteaba Marx.

Aportes prácticos-organizativos

Trotsky, todas las veces que considero necesario organizo a las masas para los fines de la revolución socialista. Cuando las fisuras dentro del Estado obrero ruso, y la degeneración de sus funcionarios debido al atraso y aislamiento de la revolución, comenzaron a exiliar y asesinar a los miles de hombres y mujeres que realizaron la revolución de octubre. Trotsky organizo a todos los viejos bolcheviques en la Oposición de izquierda, que alcanzo adeptos a nivel internacional y que lucho por rescatar la URSS, que, en aspectos económicos avanzaba hacia el socialismo pero que en aspectos políticos dejaba mucho que desear, pues no existía democracia obrera sino más bien burocracia obrera.

La Oposición de izquierda, creada en 1923 dentro del Partido Comunista de la URSS, trabajo hasta 1927 como una oposición dentro de la Tercera Internacional luchando por ganar adeptos a sus posturas, que, en resumidas cuentas, agitaban por mayor democracia obrera, mayor debate en lugar de purgas ante las diferencias,y medidas socialistas según las necesidades de la Rusia de entonces, tenían la lectura más adecuada de los acontecimientos. Sin embargo, el estalinismo, ya consolidado en su burocracia les combatió hasta que les exilio, asesino o desapareció de la palestra pública. Trotsky se exilió en México, desde donde continuo con su trabajo de agitación y explicación, junto a la organización de una Oposición de izquierda a nivel internacional contra la burguesía imperialista y contra el régimen estalinista para rescatar a la URSS, esto le llevo, junto a grupos estadounidenses, franceses, entre otros, a fundar en 1938 la Cuarta Internacional.

La Cuarta Internacional nació diferenciándose del oportunismo estalinista en la dirección del proletariado, combatiendo el sectarismo, enfocándose en la juventud, proponiendo medidas transitorias de democratización soviética, métodos de lucha tradicionales del bolchevismo para la revolución mundial, y, sobre todo, combatiendo a la burguesía con un aparato político sobre las bases más sanas del marxismo. La construcción de un aparato organizativo basado en las verdaderas ideas del marxismo revolucionario fue la gran tarea de Trotsky contra el mundo, desde su exilio y aislamiento logro aglutinar a muchos revolucionarios consecuentes en las filas de la Cuarta, no obstante, también atrajo a compañeros sin mayor objetivo político, más que caracterizar teóricamente a la URSS y denunciar a Stalin, esto ocasiono algunos contrapesos en las bases de la IV internacional.

Legado de resistencia

Trotsky es, quizá, el revolucionario más polémico del siglo XX, a nivel mundial, pero el más resistente. Stalin asesino y desapareció a muchos de sus compañeros más allegados, incluso a sus hijos y parte de su familia, sometió a los campos de concentración a miles de bolcheviques que realizaron la revolución de octubre, y persiguió a Trotsky hasta su asesinato en México, en 1940.

Ante estas condiciones, Trotsky, como muchos otros, renombra la resistencia del marxismo revolucionario, la negación a morir de esta herramienta política del proletariado, y la defensa plena de los métodos de la clase obrera en la lucha por la emancipación de sus vidas. Trotsky expresa, pues, en términos simbólicos, la resistencia revolucionaria del marxismo sobre bases reales, no sentimentales. Al estilo partisiano, Trotsky encarno, lo que Farabundo recalcaba: “La revolución no se lleva en la boca para vivir de ella, la revolución se lleva en el corazón para morir por ella”. Trotsky murió por ella, y llevo su capacidad hasta donde sus condiciones se lo permitieron, heredándonos un legado de resistencia, un sinfín de aportes teóricos-políticos, de estrategia y táctica militar, de organización y agitación, etc.

No existe mejor conmemoración al legado de León Trotsky que unirse a las filas del proletariado organizado en contra del sistema capitalista que aún nos siguen explotando y oprimiendo nuestras vidas.

La CMI: la herencia más revolucionaria del trostkysmo

A partir de la muerte de Trotsky, los compañeros teóricos de la IV internacional y las demás capas no obreras, comenzaron a confundir y a degenerar el gran proyecto del revolucionario ruso, y sucumbieron incluso en cuestiones fundamentales como el sectarismo, combatido y explicado en el Programa de Transición, sin comprender el contexto del boom capitalista y el estancamiento de los partidos tradicionales de la clase obrera, se alejaron de ellos y dejaron a las masas bajo la dirección de los mismos oportunistas y estalinistas. Se creó una especie de crítica hacia la teoría clásica del marxismo, degenerando algunos aspectos sobre la revolución permanente.

Pero siempre existen elementos sanos que dimensionan los conflictos y salen bien librados de ellos. La CMI empezó como un grupo de compañeros que no compartían las líneas adoptadas por la degeneración de la Cuarta, y que pusieron en práctica en Gran Bretaña las verdaderas ideas y los verdaderos métodos de Trotsky: participación política en los instrumentos degenerados para ganar a las masas a posturas revolucionarias y el estudio exhaustivo del marxismo.

Hoy en día, la CMI, con presencia en más de 30 países del globo terrestre, se diferencia de las demás tendencias trotskistas por su orientación hacia los partidos de masas y por su dedicación a la formación política constante, lo que nos permite construir programas socialistas con independencia de clase y difundirlos ahí donde están las masas trabajadoras.  A su vez, mantenemos un aparato organizativo sostenido con el sacrificio de cada uno de sus miembros, lo que nos permite poseer independencia política a la hora de defender dicho programa.

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Referencias

Trotsky, A. W. (2008). ¿Qué es la revolución permanente? Madrid: Fundación Federico Engels.

Trotsky, L. (1938). Programa de Transición: la agonía del capitalismo y las tareas de la IV internacional. Paris: IV Internacional.

Trotsky, L. (2008). Historia de la Revolución Rusa (Volumen 1). Madrid: Fundación Federico Engels.

Woods, A. (2003). Bolchevismo: el camimo a la revolución. Madrid: Fundación Federico Engels.

 

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