Francia: ¡Por un gobierno de los trabajadores!
El
movimiento de los chalecos amarillos es de una potencia y una profundidad que
no dejan de sorprender (y de asustar) a sus adversarios. Por supuesto, la
burguesía y sus lacayos políticos y mediáticos saben bien que existe la
pobreza. Han oído hablar de ella. Pero por lo demás, están totalmente
desconectados de las condiciones reales de vida del pueblo, de sus sufrimientos
y sus problemas. Así, desde lo alto de sus privilegios, de su poder y de sus
fortunas, se dijeron a sí mismos: "¿Qué puede a cambiar un poco más o un!-->…