Preguntas y respuestas sobre el coronavirus, la crisis económica en México y cómo debemos combatirla

Ubaldo Oropeza

Estos días las noticias que inundan tanto las redes sociales, como los medios de comunicación tradicionales están planteando un ambiente de expectativa, temor, especulaciones y sobre todo dudas.

Algunos de los planteamientos que podemos escuchar son los siguientes: El Covid-19 es un invento de EEUU para desestabilizar a China, o peor aún, es un invento de la derecha para desestabilizar al gobierno de López Obrador; también es común escuchar que el gobierno mexicano no está tomando las medidas adecuadas para frenar un contagio masivo; por lo mismo hay cuestionamientos del tipo «¿qué está haciendo el gobierno de AMLO para apoyar a la gente más vulnerable?»; o pronunciamientos que dicen que la crisis económica es un invento de la derecha, o «el gobierno de AMLO lo tiene todo bajo control»; y los más sensatos se cuestionan: «¿cómo podemos hacer para salir de una futura crisis?», etcétera. Hay muchas otras preguntas y comentarios. Primero, tenemos que diferenciar entre todo lo que pulula en la redes sociales, identificar cuál es el origen de la información y descubrir qué intención que tiene cada uno de los comentarios y preguntas.

Hay millones de personas que están buscando una explicación ante todo el bombardeo de noticias sobre las repercusiones del Covid-19 y la crisis económica. Hay unos cuantos que hacen mucho ruido en las redes, que tratan de confundir, propagan noticias falsas, tratan de desacreditar cualquier planteamiento que viene de AMLO y que claramente busca desestabilizar. Hay otros a los que no les interesan las respuestas, porque su intención no es clarificar sino difundir la mayor cantidad de mentiras para confundir. Lo que nos interesa es abrir un debate compañero entre todos los que somos de izquierda y buscamos una salida a nuestra situación. Buscamos responder algunas de las preguntas que se han puesto sobre la mesa.

¿El Covid-19 es un invento de EE.UU. para desestabilizar a China?

Esta pregunta raya en el espectro de la conspiración. A más de uno le gustan estas «teorías» porque se plantea todo con un grado de misterio y al mismo tiempo niegan la posibilidad de indagar la realidad e incluso de asumir con certeza sus mismas planteamientos. Nunca se sabe la fuente de estos rumores, pero se riegan y multiplican ante la falta de una respuesta certera y que despeje toda duda al respecto. Covid-19, como se sabe, comenzó en China, alguno de sus mandos de gobierno dijo públicamente que el virus pudiera haberse traído desde EEUU para paralizar la economía china. Esto no tiene ningún sustento material, solo la creencia o buscar echar la culpa a otro de la catástrofe que se avecina en China. No tiene mucho sentido el argumento de que fuera una idea del imperialismo americano para frenar la economía china, ya que la economía asiática ya venía en un franco retroceso, el crecimiento del PIB chino ha disminuido drásticamente pasando de un 12% anual a un 6%. Ahora mismos se cree que la economía china puede caer hasta un 3% más de lo esperado.

No solo eso, si EEUU buscara afectar a China, no permitiría que el virus afecte a su economía -a pesar de la estupidez innata de Doland Trump, no se espera que el imperialismo americano se de un balazo en el pie y ponga a tambalear su economía, cosa que está sucediendo ahora, meses antes de las elecciones-.

EEUU ahora tiene más de 25 mil infectados y los efectos económicos están planteando la posibilidad de una recesión, se habla que la economía de EEUU puede contraerse en los siguientes meses entre un 15 y un 30%, esto va a ser una catástrofe, y por más dinero que saquen al mercado, solo podrán contener la caída por algunos días, porque la tendencia general es a que la economía caiga estrepitosamente, se cree que el desempleo pueda llegar a un 20% de la población -como antecedente durante la crisis del 2008 el desempleo fue del 10%-.

Es más probable que este virus, como se ha mencionado en reiteradas ocasiones, provenga del contagio de algún animal a un humano (por eso se llama coronavirus)-se ha argumentado que viene a través del murciélago-. Estudios posteriores y más pormenorizados nos podrán arrojar más certeza sobre esta situación. Lo que podemos estar seguros ahora es que la pandemia es real.

¿El Covid-19 es un invento de la derecha para golpear a AMLO?

Por otra parte, es ridículo pensar que el Covid-19 es un invento para golpear a AMLO, igual lo dijeron respecto al movimiento de las mujeres en los días pasados.

Los problemas existen, el punto es que las soluciones del gobierno han sido limitadas y eso la derecha lo utiliza para golpearlo. El problema proviene, entonces, de dos frentes. Por un lado, los que siempre quieren boicotear y confundir, y por el otro, las medidas que no terminan de resolver los problemas más importantes que estamos atravesando.

Otra cosa es cierta. La derecha panista y priista, desde hace tiempo está intentando sabotear cualquier iniciativa de AMLO para hacer que fracase su gobierno. Desde el primer día de su gobierno han lanzado mentiras en los medios de comunicación y en las redes sociales para desacreditarlo. Han utilizado los mecanismos que aún les queda en su poder -dinero, jueces, sectores en el ejército-. Ellos tienen una campaña que no van a frenar, la única forma de hacerlo es que con la intervención activa de la clase obrera, de las organizaciones de izquierda y revolucionarias, de los sectores allegados a la izquierda y de Morena. Tenemos que organizar y movilizar a las bases para tomar Televisa, TV Azteca y cualquier otro medio de comunicación masivo que confunda y desorganice y ponerlo a funcionar bajo control obrero; esos medios tienen que ser abiertos para todos nosotros. Democratizar los medios de comunicación implica nuestra intervención. Aquellos personajes que quieren boicotear, como el Felipe Calderón, tenemos que ponerlos a resguardo de una comisión de seguridad. Esto no es violar el derecho de expresión, sino asegurar que la información sea veraz.

¿Qué efecto está teniendo el coronavirus a nivel nacional?

Lo peor que se puede hacer en este momento es revolver todo y presentar una bomba a punto de explotar, que es lo que hacen los medios de comunicación, pero no es mejor la forma en que AMLO trata el problema, minimizándolo, tratando de transmitir control, cuando se está lejos tener esa situación. Para nosotros los marxistas, lo principal es decir las cosas tal cual son, hablar con la verdad por más complicada que está sea. De esta manera podemos prevenirnos para lo que se avecina.

En el caso del virus Covid-19, el gobierno está dando respuestas a muchas de las inquietudes que han surgido, todas las noches hay una conferencia donde los expertos están respondiendo una a una las preguntas que se hacen. En términos generales podemos resumir de la siguiente manera: el virus no es de alta mortandad, apenas el 2% de sus víctimas fallecen, el problema es que es muy contagioso, entonces conforme aumenta el número de infectados, las cifras de muerte se comienzan a elevar, a esto le tenemos que sumar la bancarrota del sistema de salud el cual colapsa rápidamente y es totalmente obsoleto frente a la demanda de infectados.

El gobierno ha decretado la fase 2 de contingencia, que sugiere el reducir el contacto para evitar el contagio masivo, le llama medidas sociales de contención. Se sabe que cuando el contagio comienza a ser comunitario que se da en personas que no han tenido contacto con algún extranjero o alguien que haya salido del país que esté contagiado- los índices de infectados crecerán de forma exponencial en comparación a lo que ahora tenemos. La estrategia del gobierno es evitar el mayor número de contagios posible, sin embargo, todo apunta a que este no sea el caso. Se han dado algunas estimaciones que plantean por lo menos 10 mil infectados, la cifra puede subir mucho más.

Hay varias razones para pensarlo. El número de trabajadores en la informalidad, que no gozan de ninguna prestación y que tiene que trabajar porque de eso dependen, no podrán parar, estamos hablado del 56% de la Población Económicamente Activa (PEA). Las fábricas y maquiladoras no van a frenar la producción porque para el sistema capitalista la ganancia del empresario está por encima de la vida de los trabajadores; todos los dueños están haciendo lo posible por terminan con derechos laborales -porque la crisis les va a afectar-, pero no dicen una sola palabra para salvar la vida de los obreros, los cuales tendrán que ir a laborar. Las empresas más “cool” han dado permiso a sus trabajadores para que se ausenten, pero sin derecho al salario; esto es una burla y una medida para que los empresarios no disminuyan sus ganancias antes que garantizar un salario para los trabajadores, se sabe que las ventas en establecimientos como Starbucks, Vips, Domino’s Pizza y demás de cadenas de alimentos y bebidas van a bajar, entonces para ahorrarse costos mandan a los trabajadores a sus casas. El metro y demás transporte suele estar lleno, un infectado que se suba al transporte publico puede llegar a infectar, por lo menos a una docena de personas a su alrededor. Todo esto lo hemos visto en los demás países y puede repetirse aquí.

Si la situación llega a una infección masiva las camas disponibles no van a ser suficientes para poder dar atención adecuada a los que la necesiten, hay cerca de 7 mil camas para atender urgencias más otras más que serán acondicionadas para llegar a 23 mil, las cuales no todas contarán con los requerimientos necesarios para atender a los enfermos. La política de los pasados gobiernos fue la de destruir el sistema sanitario en el país para dar cabida al negocio de los hospitales privados. La derecha que ahora mismo se lamenta de la falta de seriedad de AMLO es la misma que cuando estuvo en el gobierno recortó el gasto a hospitales, permitió el robo masivo de recursos asignados a la seguridad social, fueron quienes malbarataron los salarios de doctores y enfermeros, quienes se robaban a manos llenas los recursos destinados para medicinas, etc. Los lamentos de estos tipos son deleznables.

AMLO ha dicho que no hay nada que temer porque existe un plan bien determinado para combatir al Covid-19, hoy por la mañana se dio a conocer.

Aparte de las medidas preventivas que se han tomado como la de parar las clases en escuelas, implementar el distanciamiento social, apoyar a adultos mayores que recibirán 4 meses de pensión para hacer frente a los gastos, se ha decretado que los trabajadores de dependencias de gobierno laboren desde su casa, entre otras medidas. Se están adelantando recursos a los estados para que hagan frente a los gastos que están por venir, está prometiendo hasta un millón de ayudas para pequeños negocios, además están poniendo a disposición de las instancias sanitarias recursos para que no se escatime en gasto. Todas estas medidas están bien para estas primeras semanas donde apenas los contagios no son masivos, pero van a ser insuficientes para las siguientes semanas. Además, en vez de dar más dinero al Ejército y la Marina para reforzar la ayuda, ese dinero se debería de ir a la creación de más hospitales del sector salud, con sus debidas contrataciones de doctores y enfermeras.

Desde nuestro punto de vista se debería de nacionalizar todos los hospitales privados para garantizar el derecho a la salud a toda la población para que no siga siendo una simple mercancía -y quien tenga dinero pueda ser atendido y salvado y el que no lo tenga, esperar su turno para morir.

Asimismo, se tiene que poner a disposición de todo el personal que labora en los hospitales material adecuado para que ellos mismos no se infecten -en el Estado español el 13% de los infectados son trabajadores de los hospitales-, todos los pasantes, estudiantes de medicina de últimos semestres deberían de ser movilizados (con todo lo necesario para evitar el contagio y con una paga de salario) para atender la emergencia nacional que se va a desarrollar en pocos días. Las grandes farmacéuticas también deberían de ser nacionalizadas y ponerlas a funcionar bajo control obrero, de esta forma se podría garantizar los medicamentos, así como empujar la investigación para encontrar una vacuna eficaz para terminar con la enfermedad.

Para evitar el contagio masivo el gobierno debería de decretar un paro total de toda la industria no fundamental, responsabilizando a los empresarios de pagar los salarios completos. En aquellas empresas donde se tenga que seguir laborando por razón de seguridad nacional, se tendría que implementar todas las medidas necesarias para que no haya contagio. Con respecto a los trabajadores informales, el gobierno debería de garantizar su derecho a la salud pública -se han dado los primeros pasos-, se debería de garantizar un salario base de acuerdo con el costo de la canasta básica, por lo que dure la contingencia. Se debería de implementar un plan para que en las casas donde los recursos son escasos, no se pague renta, no se pague luz, agua y gas, hasta que se termine el periodo de aislamiento.

Los recursos para estas medidas deben de provenir de dos rubros, el no pago de la deuda externa y de la nacionalización de los bancos, los capitales pueden ser reorganizados por el Banco del Bienestar y asignarlos para resolver todas las necesidades que se vayan presentando. Si tenemos que escoger entre la salud de los trabajadores y familias pobres o las ganancias de la burguesía, tenemos que aptar por la clase obrera y los pobres del país.

No debemos de caer en el juego de la burguesía nacional, porque lo que están exigiendo es que les exenten de pagar impuestos. Los empresarios son los que se han llenado los bolsillos en los años pasados, cualquier empresa que se niegue a pagar impuestos y dar las concesiones a los trabajadores para evitar el contagio, antes ya mencionadas, tendrían que ser expropiadas y ponerse a funcionar bajo control obrero. Qué se abran las cuentas de las empresas para que se haga evidente la cantidad de riqueza que han acumulado a costa del trabajo no pagado. De esta forma el fondo del gobierno debería ser utilizado para garantizar productos de primera necesidad, medicamentos y camas para enfermos, etcétera.

¿El Covid-19 va a afectar a la economía?

En medio de toda esta emergencia sanitaria las bolsas de valores del mundo están sufriendo fuertes caídas, las perdidas de los que juegan en la bolsa se cuentan por millones de millones de dólares, la forma en la que esto se transmite a la economía real es una inestabilidad en las monedas, aumento de precios en las exportaciones, cierre de empresas, despidos masivos, contracción del mercado interno, etc. Esto no es una pesadilla, es la vida real.

Podríamos decir que el coronavirus es el accidente que está empujando a la economía al abismo, pero solo el último empujón, la economía mundial venía apuntando a una desaceleración “coordinada”. Las potencias europeas ya no estaban creciendo y tenían fuertes problemas económicos antes de la pandemia, en China las luces rojas se habían encendido por la falta de venta de sus mercancías en el mundo, el cierre de empresas y la deuda publica colosal. Estados Unidos era el único país que podía presumir que su economía iba bien, sin embargo, ahora la cosa se ha convertido en su contrario, el Banco de América ha dicho que se espera que en los próximos meses haya más de 3.5 millones de desempleados en EEUU, estas perspectivas son muy halagüeñas, el desempleo podría llegar a más de 10 millones.

México se está resintiendo porque es un país dependiente de lo que pase en EEUU, como dice el dicho “si EEUU se resfría a México le dará pulmonía”, y esto no es una exageración. Las primeras consecuencias se verán en los siguientes meses, bajarán las exportaciones y por ende los impuestos que se puedan cobrar a ellas, va a crecer el desempleo entre los migrantes, eso afectará a las remesas, la inversión va a disminuir por la salida de capitales ante la inestabilidad del peso, entre otras cosas más, y apenas es el comienzo.

AMLO había apostado a que las exportaciones de petróleo le pudieran dar los recursos para mantener su programa de reformas. El petróleo ha caído por un conflicto entre Rusia y Arabia Saudita, el precio del barril mexicano se ha desplomado a los 18 dólares por barril. El gobierno ha dicho que hay un seguro contratado el cual ayudará a resarcir perdidas, esto es cierto, están garantizado que una cantidad determinada de barriles se venda a 49 dólares, pero el problema es que no toda la producción está blindada con ese seguro y la disminución de la demanda de petróleo en el exterior no será compensada por el seguro. La perspectiva es una disminución de demanda internacional de petróleo, al frenarse la producción por la sobreproducción que hay en el mundo, así como por la falta de producción China, la cual consume cantidades ingentes de petróleo.

El aumento de la recaudación fiscal también era uno de los puntos de donde el gobierno esperaba captar más dinero, esto no van a aumentar, sino que va a bajar la recaudación; hay algunos economistas que están diciendo que por lo menos 3 de cada 10 empleos se van a perder después de la cuarentena. Si la gente disminuye el consumo y disminuye el dinero, los impuestos van a caer.

La moneda se está hundiendo frente al dólar -la última comparación es 25.11 pesos por dólar- y esto afectará el precio de las mercancías de importación. El gobierno primero dijo que no metería la mano y dejaría que el mercado solo regulara la situación, sin embargo, a una semana ya ha sacado dólares a la circulación para intentar mantener al peso, sin embargo, eso no ha servido para nada. Lo que estamos viendo es el comienzo de una espiral descendente, como una resbaladilla que sabes donde comienza, pero no se sabe claramente donde vas a caer.

AMLO ha dicho que no aumentará impuestos y no contraerá más deuda para hacer frente a esta situación, dice que cuenta con 400 mil millones de pesos para hacerle frente a la crisis y que este dinero va a impedir que se paren los programas sociales que ahora da a cerca de 30 millones de personas. Desde nuestro punto de vista, el problema fundamental no es mantener los programas de gobierno, sino poder dar salida al desempleo que se generalizará por el cierre de negocios, por la baja producción e importación, como por la falta de inversión por parte de la empresa privada. Los recursos que da el Estado se van a un agujero sin fondo, poder dar un respiro a las necesidades que tenga una familia durante cierto periodo, pero no genera una dinámica de crecimiento, no aumenta el mercado interno, no da una perspectiva de vida a la juventud, no va a parar la violencia y la degradación social. Todos estos fenómenos que se derivaban de la pobreza, se multiplicarán.

Pensamos que el gobierno debería de invertir en industria de alto valor agregado y que esta sea orientada a las necesidades de la gente, crear millones de casas para gente pobre, principalmente la juventud; empresas pertenecientes al Estado bajo control de los trabajadores que sustituyan las importaciones; fábricas que construyan camiones, vagones de metro, trenes y volver a organizar una red nacional de ferrocarriles, para mejorar el transporte urbano y nacional; crear más hospitales, escuelas de calidad, polideportivos. Todo se podría realizar si controláramos los recursos del país, en este momento no los controlamos, están en manos de banqueros, trasnacionales y un puñado de burgueses que no hacen nada productivo.

En conclusión

La crisis sanitaria está poniendo sobre la mesa de todo el mundo verdades que intencionalmente se habían escondido por debajo. Como dicen los las redes sociales, solo en las películas el imperialismo americano aparece como salvador cuando hay una catástrofe, ahora mismo vemos la realidad. El gobierno americano está hundido en lo que será una de sus mayores crisis en la historia, sus gobernantes son totalmente incapaces de lanzar ideas coherentes para salir de este problema. El gobernador de Texas ha dicho que los ancianos están dispuestos a morir por su país, para este hombre la solución es que todos los viejos mueran para ver si así se calma la sed de sangre de Covid-19. En cambio, vemos el papel que juega Cuba, esta pequeña isla, bloqueada por el imperialismo por más de 60 años y con todas las limitaciones que pueden resultar de esto, ha logrado estar a la vanguardia en términos de sus investigaciones y métodos para abordar la crisis, ha sido solidaria con China, Italia y el resto del mundo que lo ha solicitado. La estrella solidaria, como le llaman algunos, es el ejemplo más claro de como la economía planificada, a pesar de su burocracia, puede jugar un papel mil veces mejor que la anarquía capitalista.

Otro mito que está derrumbando la crisis económica y sanitaria, es el papel de la clase obrera. Para muchos pseudo-intelectuales, principalmente de ciencias sociales y humanidades, la clase obrera ya no existía desde tiempo atrás.

Hoy vemos que la clase obrera existe y que es la clase la que hace funcionar la sociedad. Imaginar un momento en el que no existieran los trabajadores de la salud, médicos, enfermeras, personal de limpieza, etc. La humanidad ya hubiera colapsado hace tiempo. Además de que vemos a los trabajadores de la salud emplearse a fondo, a los conductores del transporte público, a los que trabajan en las grandes industrias para crear cualquier tipo de cosas que te imagines, a los jornaleros que levantan las cosechas, y un sinfín de trabajadores del campo y la ciudad. Los argumentos de que los que producen la riqueza en el país son los empresarios, son simples estupideces. Entonces, ¿porqué exigen que los trabajadores sigan laborando en estos momentos de contagio?, si ellos fueran los que crean riqueza simplemente no necesitarían a la clase obrera.

Gracias al esfuerzo de nuestra clase es como se ha creado todo y lo mejor de este mundo, somos los que vamos a sacar de la crisis sanitaría al país y al mundo, por eso no podemos dudar un momento es que será la clase obrera la que puede levantar otra sociedad bajo los escombros de esta.

Por último, decir, que la realidad que conocíamos anteriormente, hace apenas un mes atrás se ha terminado, la nueva realidad será muy diferente. Esta crisis económica y sanitaria está haciendo avanzar la conciencia de la juventud, de las mujeres, de los trabajadores, que se preguntan sobre las medidas del gobierno, sobre el papel de los capitalistas, sobre lo que tenemos que hacer para apoyarnos como clase. Lenin decía que la escuela de la vida es la verdadera escuela de la clase obrera, y en la se nos enseña con acontecimientos y más acontecimientos. Hay un proceso de politización que será la base de donde arrancará la organización y la lucha en el próximo periodo. La crisis pondrá a prueba a organizaciones, partidos, gobiernos y programas.

El programa e ideas de AMLO tendrán que pasar la prueba de la realidad, nosotros pensamos que su programa de reformas no es suficiente y que si se aferra a él tendrá dos caminos, decepcionar al pueblo y los trabajadores gente y sucumbir ante las presiones del gran capital o romper con el capitalismo y tomar medidas socialistas. Nosotros apoyaremos las medias que el gobierno tome para fortalecer la economía y confianza de la gente pobre y la clase obrera, así como también combatiremos las que impliquen que de más concesiones a la burguesía y al imperialismo. En esta batalla, estamos seguros, encontraremos la oportunidad de explicar las ideas socialistas y organizar las fuerzas revolucionarias para enfrentar las nuevas tareas que tendremos por delante. Únete a nosotros y lucha por el socialismo.

 

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