Por una mejor Honduras: ¡botemos la dictadura, no sólo al dictador!

Cuando nos referimos a la dictadura a veces resulta difícil comprender que se trata de toda un estructura política que sostienen grupos de poder que por cientos de años han puesto y quitado presidentes a su gusto, no solamente se trata de personajes que llegaron a la silla presidencial por meras aspiraciones. En Honduras no hay lugar en el que no se escuche el tradicional “Fuera JOH”, esto como una exigencia inmediata ante la crisis que desangra al país pero, desde un punto de vista más objetivo: ¿realmente basta sólo con sacar a JOH?

Muchos discursos están encaminados a la salida de JOH como una solución a tantas problemáticas que azotan al país; lo cierto es que el poder político en Honduras no se manifiesta solamente a través de la cámara presidencial, en Honduras, como en la mayoría de países, el Estado resulta de la fusión de tres poderes:

  • Legislativo: se encarga de elaborar leyes en supuesto beneficio del pueblo, claramente eso no es así, la historia ha demostrado que en el congreso los diputados, que son quienes conforman este poder, solo se encargan de legislar para las clases dominantes. La burguesía, no financia campañas políticas a los partidos tradicionales por gusto, los diputados son en primera instancia hombres y mujeres al servicio de la clase dominante; todas las concesiones sobre la privatización de la energía eléctrica, la salud, la educación, la ley de condena de terrorismo por manifestarse. Todo eso y mucho más, son producto de decisiones tomadas en el congreso por los partidos de la burguesía: el Partido Nacional, el Partido Liberal y otras minorías.

 

  • Judicial: Se supone que administra la justicia en la sociedad, es ejercido por jueces y tribunales, su papel históricamente ha sido proteger a los burgueses y juzgar a los pobres. En las cárceles de Honduras, por muy increíble e indígnate que suene, se han privado de libertad a personas por robarse una gallina como el caso de José Álvarez, un labrador de 25 años de la zona sur del país, que fue presentado a la policía y su caso correspondía a una pena de entre 2 a 5 años. Como ese caso existen muchos y lo que llama la atención es cómo ellos (que diseñan la “justicia”) crean la escenario (la pobreza), y son los mismo que castigan a los pobres, a los estudiantes por manifestarse por querer tener una mejor universidad, a los desempleados por querer oportunidades para comer, a las mujeres por decidir sobre su cuerpo etc., pero no pasa lo mismo con los ricos que han hecho de este país, con todo el sentido de la palabra, un estercolero, donde las arcas del Estado son ultra saqueadas sin que haya quien los juzgue. Tenemos el caso del IHSS, donde muchos quedaron en la impunidad y los pocos que fueron juzgados están en batallones con camas ortopédicas, plasmas, buenas comidas y cualquier lujo que se les ocurra. Existen infinidad de casos nefastos de impunidad con los ricos e injusticia con los pobres, es obligatorio comprender que el sistema judicial en Honduras tiene que ser totalmente depurado.

 

  • Ejecutivo: aquí se encuentra el gobierno presidencial, que en la actualidad es liderado por JOH. Ningún gobierno en la historia, a excepción del período de Manuel Zelaya (que culminó por un golpe de Estado imperialista) ha mostrado deseos genuinos por la prosperidad del país, todo lo contrario, cada gobierno casi siempre ha resultado más nefasto que el anterior y justamente por eso es que tenemos que comprender que en el marco de este sistema es imposible acabar con todos los males, porque simplemente no está diseñado para que haya justicia y prosperidad para todos.

Botemos a la burguesía parásita

El partido LIBRE, que es la fuerza política más grande de Honduras, pero en el congreso es minoría (respecto al Partido Nacional, que ha colado más diputados por el robo a las elecciones); no debe limitar su lucha en la cámara legislativa o luchar solamente por las elecciones, tiene que estar presente y organizando en la calles un combate contra la estructura misma, hombro a hombro con el pueblo y no solamente con sacos y corbatas desde sus sillas en el congreso.

La democracia representativa de la burguesía se basa en ideología falsa; representa intereses particulares de millonarios, no hay representación de los pobres, debe existir un Estado controlado por los trabajadores, donde la economía del país esté planificada y dirigida por los obreros.

Marx y Engels en el manifiesto comunista decían:

“El  gobierno  del  Estado moderno  no  es  más  que  una  junta  que  administra  los  negocios  comunes  de  toda  la  clase  burguesa.”

JOH sólo es la cara de la burguesía que domina sobre los hondureños desde hace cientos de años, no podemos seguir jugando en su terreno, hace falta una revolución por la toma de los medios de producción, o sea, la toma de las maquinarias, transportes, herramientas, que ahora son propiedad de grupos muy pequeños pero que reprime a todo un país de 9 millones de habitantes. No es justo que grupitos de poder hagan del país un potrero donde se destruye cuanto sea necesario, es hora de encaminar la lucha a una trasformación de raíz que rompa las viejas relaciones entre ricos y pobres, un gobierno de la oposición bajo este mismo sistema sólo puede garantizar unas pequeñas mejoras, pero en el fondo si no se expropia a la burguesía de lo que le pertenece a la clase trabajadora pero que se le ha negado, el país no puede cambiar.

Si queremos cambios: ¡Expropiemos a la burguesía!

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