¿Por qué perdimos las elecciones en Tonacatepeque? Un análisis marxista

 

Es importante comenzar definiendo que un partido histórico como el FMLN, surge como el instrumento político a través del cual las clases y los sectores oprimidos impulsan sus luchas para transformar revolucionariamente la sociedad. De esa necesidad de liberarse surgen las estrategias y las tácticas de lucha para derrotar al enemigo de clase, el cual debe estar bien identificado. Ese enemigo de la clase trabajadora y de los pobres es la burguesía. 

 

Es importante comenzar definiendo que un partido histórico como el FMLN, surge como el instrumento político a través del cual las clases y los sectores oprimidos impulsan sus luchas para transformar revolucionariamente la sociedad. De esa necesidad de liberarse surgen las estrategias y las tácticas de lucha para derrotar al enemigo de clase, el cual debe estar bien identificado. Ese enemigo de la clase trabajadora y de los pobres es la burguesía. 

Para derrotar al enemigo de clase, todo partido revolucionario se plantea la toma del poder político (está es la estrategia principal) del Estado mediantes diferentes vías de lucha (de aquí surgen las tácticas) que responden al momento histórico en que se desarrollan las contradicciones de clase. Es así que en la década de los 80, surge el FMLN para impulsar la lucha armada con el objetivo de quitarle a la burguesía el poder del Estado, lo cual no ocurrió así, pero se dieron importantes avances, entre ellos, que el FMLN fuese reconocido como partido legalmente constituido, lo cual lo llevó a que cambiara su principal forma de lucha: pasar de la vía armada a la lucha electoral, pero esto no implica olvidar el objetivo estratégico planteado desde un principio: La toma del poder del Estado, lo que hasta el momento tampoco se ha logrado, aunque se han logrado avances importantísimos como tener el ejecutivo y una importante fuerza en la Asamblea Legislativa, además de ello gobernará importantes alcaldías.

Es necesario detenerse para examinar que el objetivo estratégico, que es la toma del poder, es el medio para avanzar hacia el socialismo y no el fin de un partido revolucionario. Pero cuando la toma del poder del Estado se convierte en el fin de la lucha, entonces se cae en electoralismo y el partido se ve absorbido por el sistema y la burocracia de la lucha parlamentaria.

Lo anterior lleva a que se olvide la necesidad de estar trabajando con las bases, con las organizaciones sociales, en la educación popular, en la formación política e ideológica como elemento indispensable para avanzar en la lucha contra nuestro enemigo de clase.

Las elecciones tienen sus periodos bien definidos, un partido revolucionario no trabaja en función de los periodos electorales, sino día a día por el objetivo estratégico, dentro del cual las elecciones son sólo una forma de lucha coyuntural, es aquí la necesidad de cambiar y combinar las formas de lucha: el trabajo por fortalecer las organizaciones populares, de jóvenes, mujeres, etc. Al final lo que define las victorias electorales es el trabajo que se hace con los organizaciones populares en función de lograr el objetivo estratégico y no únicamente el activismo en tiempos de campaña. Recordemos que el partido no surgió para participar en elecciones, pero debe adoptar esta forma de lucha porque así lo exige el momento histórico, pero no se debe olvidar el objetivo estratégico, que no se lograra automáticamente participando en elecciones, sino construyendo poder popular.

De las anteriores valoraciones generales, es necesario pasar a exponer algunas ideas del por qué se perdieron las elecciones en Tonacatepeque. 

Para ello es necesario reconocer que este proceso como en otros hay factores internos y externos al partido, que inciden en los resultados electorales. Entre los factores internos se pueden mencionar la democracia interna y la forma para elegir a los candidatos a funcionarios públicos, el trabajo de base permanente con los diferentes comités de base y la necesidad de la formación de nuevos cuadros de dirección. Entre los factores externos están las amenazas de grupos de pandillas en algunos lugares, la relación con los sectores sociales.

Sin duda alguna, hay que decir que al final lo que definen las victorias son las condiciones internas, aunque las externas sean un obstáculo que pueda restar a ese proceso o hacerlo un poco más lento. 

En tal sentido, es necesario decir que este proceso electoral en Tonacatepeque se vio muy criticado por las bases en la forma como se eligieron a los candidatos. Si bien es cierto que en un primer momento se les pidió a los comités de base propuestas de candidatos, no se logró establecer un proceso transparente que respondiera a las exigencias de la militancia. Lo que provocó mucho descontento, incluso muchos no sabían quiénes serían sus representante en caso de ganar o perder las elecciones. Lo correcto sería elegirlos en asambleas generales.

Por otro lado el trabajo de base ha sido muy débil en los años anteriores, por lo tanto las estructuras son muy débiles y la actividad organizativa del partido en tiempos de no campañas es muy mínima. Es necesario establecer planes municipales de  trabajo permanente desde las estructuras partidarias.

La falta de nuevos cuadros, que junto con los más experimentados tomen las riendas del partido, es necesario, recordemos que los diferentes problemas tanto objetivos (falta de empleo, enfermedad, cansancio, etc.) como subjetivos (descontento, problemas familiares, etc.) se vuelven un desgaste en los y las militantes y afecta el trabajo que desempeñan en el partido.

La fortaleza del partido está en los viejos militantes y en la juventud consciente y disciplinada. 

En relación a los factores externos es importante decir que en algunos lugares se ha limitado la actividad partidaria, debido a las amenazas de pandillas que principalmente, en tiempos de elecciones, se pueden volver mercenarios pagados por cualquier partido político para contribuir con la derrota de sus adversarios. Esto solo puede ser neutralizado con un trabajo de base constante que prepare el camino para las victorias electorales.

Y por último, el vínculo con los sectores sociales. Recordemos que no toda la población se organiza en torno al partido, esto por diferentes motivos, ya sea por su propia naturaleza como las iglesias o porque también simpatizan con organizaciones sociales que contribuyen con el desarrollo de la comunidad, pero que son afines al partido. Ese vínculo se establece buscando acercamiento y trabajando conjuntamente en los temas de coincidencia. Recordemos que una elección no se gana únicamente con la militancia sino con el apoyo de todos los sectores sociales.

Los candidatos deben ser figuras públicas conscientes de la línea partidaria, que suman votos por su trabajo y su vínculo con los sectores sociales, ese vínculo no se construye en campañas, se construye permanentemente.

 Si revisamos los resultados electorales encontramos que el FMLN perdió por una diferencia aproximada de 2, 700. Muy similar a las elecciones de 2012. También los números arrojan que ambos partidos, tanto ARENA como FMLN, han crecido mínimamente en sus electores, es decir que los dos partidos crecen a la par, lo que no implica un punto de quiebre en la correlación de fuerza electoral en el municipio. La lógica no es avanzar junto con el enemigo, sino evitar su avance para quitarle el poder. Es por ello que se han expuestos algunos elementos que incidieron en esta derrota, para dar un giro en nuestra estrategia y sacar las mejores conclusiones que nos determinen las futuras tareas. 

También estas elecciones han demostrado en términos electorales que mantenemos nuestra fuerza, hay una militancia que se mantiene firme, hemos ganado más experiencia, pero es tiempo de no permitir que nuestros adversarios y nuestro enemigo de clase avancen junto con nosotros y eso solo se logrará corriendo los errores cometidos.

Nuestras propuestas:

  1. Acompañar la lucha parlamentaria con la lucha social de calle para que el pueblo pueda presionar a nuestros gobernantes a tomar decisiones que resuelvan sus necesidades.
  2. Formación de nuevos cuadros: Escuelas de formación inicial para los que aspiran ingresar al partido y una escuela de formación permanente para la militancia que integre la literatura marxista.
  3. Trabajar por fortalecer las estructuras de base y no dejarnos absorber por la lógica electorera.
  4. Que los funcionarios de gobiernos tengan salarios de obreros cualificados para evitar el oportunismo, el reformismo y la deformación de la conciencia revolucionaria.  
  5. Para evitar la concentración del poder en la toma de decisiones parlamentarias y en las decisiones partidarias, se deben generar las condiciones para que los dirigentes de las estructuras partidarias no sean candidatos a puestos de gobiernos. 

 

 

 

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