México: Razones de la lucha de la clase obrera en Matamoros

Hemos tenido la oportunidad de escuchar, de la propia voz de los obreros y obreras de las maquilas de Matamoros, las condiciones en las que tienen que laborar, el salario miserable que ganan y la forma en que los dirigentes del sindicato que les “representa” se han aprovechado durante años. Nuestra intención era hacer una grabación para que de su propia voz los obreros nos hicieran una narración fidedigna. Por desgracia esto no ha sido por el miedo a la represión. Tamaulipas es uno de los estados más violentos del país, azotado por uno de los grupos más violentos: los Zetas. Hacemos de cualquier forma un pequeño resumen de sus pláticas.

Las condiciones dentro de los centros de trabajo

Aunque hablamos aquí de una empresa, en término generales las condiciones laborales son similares en todas las maquiladoras de Matamoros y nos atrevemos a decir que en el país. Hablamos de empresas como INTEVA, TRICO, APTIV, Automóvil Componentes Universales, etc. Algunas de ellas arman interiores de autos las cuales se exportan a los EEUU.

La empresa INTEVA tiene, en la ciudad de Heroica de Matamoros, tres plantas en las que emplea en total a poco más de 5 mil obreros. Hace algunos meses se laboraba 6 días a la semana, 8 horas cada día y se tenía dos descansos de comida (el primero de 30 y segundo de 20 minutos). Recientemente estos horarios se modificaron para laborar solo 5 días, manteniendo los dos descansos pero extendiendo la jornada diaria a 10 horas. Se entra a laborar a las 6:30 de la mañana y se sale a las 4:36 de la tarde. A los trabajadores les va mejor, nos dicen, porque así pueden tener dos días de descanso. Pero quien salió ganando con este cambio fue la empresa porque se ahorró 50 minutos del descanso de comidas de los sábados que no se les repuso entre semana.

El régimen a lo interno de la maquila es prácticamente militar, todo está organizado para producir. Hay contabilidad de la producción por minuto por parte de los encargados, no puedes rebasar los 7 minutos en el baño, no puedes sacar tu teléfono porque detienes la producción. Hay una presión constante para diluir la personalidad del trabajador y convertirse en simple apéndice de la máquina. La jornada laboral de 10 horas de lunes a viernes termina agotando física y mentalmente a los trabajadores.

Es un régimen interno represivo donde sí llegas un minuto tarde pierdes tu bono de puntualidad y si faltas un día pierdes el de asistencia. Además, por 4 faltas te corren y que por 10 retardos al mes te mandan 3 días sin goce de sueldo a “descansar”. En términos generales podemos decir que tanto las leyes internas de la empresa como sus ritmos de trabajo y dinámica interna están hechos para producir más en menos tiempo. Esto es lo que Marx denominó la extracción de plusvalía absoluta.

Salarios miserables

Durante los últimos 30 años el salario mínimo ha sido golpeado brutalmente. Hasta antes de que iniciara el gobierno de AMLO el salario había perdido 80% de su poder de compra. Quienes salían más perjudicados con todo esto son los trabajadores. Al mismo tiempo México se convertía en una verdadera fábrica de multimillonarios.

Las políticas de los diferentes gobiernos de derecha fueron verdaderos ataques a la clase obrera arrebatándole casi todas sus antiguas prestaciones laborales. En INTEVA un obrero armador ganaba 164 pesos diarios. Tuvo que pasar algunos meses y presentar algunos exámenes para que este salario se pueda elevar 10 pesos al día, 174 que al final se redondeó a 176.

Nuevamente, con exámenes y evaluaciones un trabajador logró obtener un salario de 198 pesos.

Para estos trabajadores el aumento salarial que anunció el gobierno de AMLO no tiene un impacto directo, hablamos de todos aquellos trabajadores que pertenecen a alguna categoría como pintores, operadores de montacargas, operadores de máquinas de inyección de plásticos, etc. A los únicos que les benefició son a los que ganaban el salario inicial de 164 diarios, al pasar a 174.

Este salario que ganan los obreros (de 1300 a 1500 pesos semanales en promedio) no resuelve los problemas de una familia integrada por 4 miembros. La renta promedio de la vivienda es de 1200-1300 al mes. Contar con 800 pesos para el alimento de la semana solo permite comprar lo básico (no se incluye la carne pues un kilo de este producto puede costar hasta 120 pesos). El transporte colectivo es de 9 pesos y los taxis colectivos cuestan 15 pesos, este es el transporte más usado por su rapidez y ser un poco más seguros.

Los bonos que dan las empresas para compensar la miseria del salario ya están incluidos en las percepciones semanales (puntualidad, apoyo al salario, asistencia, etc.). Por supuesto que todo mundo tiene que meter horas extras. Hay ocasiones donde los trabajadores, para obtener 2500 pesos a la semana salen a las 11 de la noche. Más de 17 horas de trabajo en un día.

A una buena parte de los trabajadores, que ganaban más de 175 pesos, no tuvo ninguna implicación de forma directa el aumento que el gobierno anunció, por eso los trabajadores ahora están reclamando un aumento salarial del 20%, para aliviar un poco su situación tan angustiante.

Además, los trabajadores pelean un bono que se les venía dando año tras año, el cual constaba de 8.41 pesos al día, al final del año se daba la cantidad de 3,036 pesos. Con el incremento este bono se eleva a 32 mil pesos al año. Por eso se está peleando esto. Este bono se daba y a cambio no se aumentaba el salario, no se daba apoyo a vacaciones, etc.

La dirección sindical aliada de las empresas, no de los trabajadores

En el deterioro de los niveles de vida, de los salarios y de todas las prestaciones de los trabajadores, el factos de las dirigencias charras ha sido clave.

Estos supuestos dirigentes están al servicio de la patronal y atemorizan, desorganizan y confunden a los trabajadores. A cambios de estos servicios los empresarios les dan beneficios, son los perros de los dueños de la fábrica. Además se hacen millonarios robando, y en el mejor de los caso Jineteando las cuotas sindicales.

En Matamoros hay tres grandes sindicatos que concentran la gran mayoría de los contratos de las fábricas maquiladoras. El mayoritario es el Sindicato de Jornaleros y Obreros Industriales de la Industria Maquiladora que pertenece a la Confederación de Trabajadores de México (CTM).

En la empresa INTEVA, este sindicato cobra una cuota del 4% de lo que percibe el trabajador. Si trabajaste horas extras la cuota sindical sube. Si en promedio cada obrero pagara 50 pesos de cuota semanal y la multiplicamos por 5 mil agremiados, el sindicato percibe por concepto de cuotas, solo de esta empresa, 250 mil pesos a la semana. Si esto lo multiplicamos por las 52 semanas del año nos da 13 millones de pesos. En palabras de su dirigente charro, Juan Villafuerte, el sindicato dice tener 35 mil afiliados en Matamoros. Sí estas cifras son ciertas, estamos hablando que el sindicato maneja 91 millones de pesos al año. Los dirigentes sindicales no rinden cuentas de estos fondos a nadie.

El sindicato, en palabras de un obrero, no sirve para nada. En lo único que apoya es en dar algo de dinero cuando te casas y fallece algún familiar cercano.

Estos dirigentes son una bola de parásitos que viven de las cuotas sindicales y del dinero que les paga los dueños de las empresas. Es por esto que no están interesados en soltar su cargo y encabezar alguna lucha. Ellos están bien como habían estado las cosas, no quieren que nada cambien, en ello van sus intereses. Con esto nos explicamos el por qué la primera batalla que ha dado el movimiento ha sido contra sus “dirigentes” charros que no hacen nada más que vivir de la corrupción.

Los obreros se han planteado, que después de ganar el bono y el aumento salarial, seguirá la lucha por la democratización de los sindicatos, dicen que van a echar a los charros y a convertir el sindicato en una herramienta de lucha en defensa de sus intereses.

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