España: La crisis capitalista pone de relieve el empeoramiento de la salud mental de la población

La atención de salud mental en España continúa siendo un gran olvido en la población, pero más concretamente en la situación precaria de jóvenes trabajadores, de capas más vulnerables de la sociedad con enfermedades derivadas del alcoholismo y juegos de azar, mujeres que sufren maltrato de género, pensionistas, y clase trabajadora en general.

La media europea de profesionales de la salud mental está en 18 profesionales por cada 100.000 habitantes. Sin embargo, la media española está en 2,19 psicólogos clínicos o 1,96 enfermeros especializados según los datos que maneja la Asociación Española de Neuropsiquiatria (AEN) que son del 2011. Los recursos van variando según la comunidad autónoma, pero la OMS recomienda 8 psiquiatras por 100.000 habitantes (diario.es 20/03/2019). Lo que a día de hoy continúa siendo un lujo para la personas con trastornos mentales derivados, por ejemplo, de la precariedad laboral, de los desahucios y de la crisis capitalista que estamos padeciendo en general

Como dicen los expertos, la situación actual es “grave no, muy grave”, la califica Fernando Chacón, Decano del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid. Las plazas tanto de MIR como PIR permanecen siendo escasas, y cuando un joven, madre de familia, o trabajador que ha sufrido despido, lo primero que acude es a un médico de familia, donde le suelen recetar ansiolíticos pero que dada la podredumbre del sistema sanitario de la salud mental, le pueden derivar a una consulta con psicólogo para dentro de 2 o 3 meses, durando la entrevista una media de 20 minutos. Así, dicen los expertos, no se puede valorar adecuadamente la sintomatología que está sufriendo el paciente, puesto que debería haber un seguimiento semanal de quizás más de 30 minutos de terapia.

Hay que tener en cuenta que el estado de salud mental de la población en general en esta época de crisis, viene por problemas socieconómicos. Y ya sabemos que dichos problemas van a empeorar a causa de que en 2020 en España el PIB caerá un 8%, y el paro subirá hasta un 21% con una deuda de cerca del 115% del PIB, datos nunca registrados hasta ahora desde la terminación de la guerra civil española.

La falta de datos accesibles y actualizados es uno de los motivos por los que se creó un observatorio a nivel estatal, pero que a día de hoy continúa estando sin actualizar desde el 2013, según Mikel Munárriz de la AEN (Asociación Española de Neuropsiquiatría- Profesionales de Salud Mental)

La OMS calcula que una de cada cuatro personas sufrirá un trastorno mental a lo largo de su vida. Con los datos en la mano se puede decir que en España no hay una cultura ni de la prevención, ni de la atención, ni medios respecto al servicio de salud mental.

También vemos un consumo desorbitado de psicofármacos. En el informe de 2017 de la Confederación sobre los Derechos Humanos de las Personas con Trastorno de Salud Mental en España destacaba que incumplimos la declaración europea que se firmó en 2005 y deja desprovistos de derechos a uno de los colectivos más vulnerables de nuestra sociedad.

Otra cuestión de suma relevancia es el número de suicidios que se producen en nuestro país, que es realmente alarmante: 10 suicidios por día, según el presidente de la AEN (diario.es 20/03/2019)

Como comentábamos más arriba es desgarradora la situación de las personas que se encuentran en proceso de desahucios, que están siendo mayoritariamente por impagos de alquileres (diario.es 14/06/2018). Y que según un informe del Observatorio DESC alerta de que las personas en riesgo de exclusión residencial sufren hasta cuatro veces más síntomas de sufrimiento psíquico.

La evidencia de un reciente estudio del DESC de Barcelona, con datos del 2018, dice que entre el 70% y el 80% de una muestra de un centenar de afectados por la hipoteca, presentan síntomas de trastorno mental, una prevalencia que en la población en general se reduce a tasas por debajo del 30%. También se muestra que 4 de cada 5 personas manifiesta al menos tres síntomas de sufrimiento mental, pero no solo exclusivamente del desarraigo residencial sino también de problemas laborales, para mantener los suministros básicos en la vivienda, al igual que situaciones de pobreza y precariedad.

También la Federación de jugadores de azar rehabilitados (FEJAR) apunta que la tasa de suicidios por actos de juego es seis veces superior a la de la población en general, y ha alertado del aumento “exponencial” de juegos entre jóvenes de entre 12 y 17 años que se inician en las apuestas.

La tasa de suicidios, por lo tanto, es un problema de emergencia social, que distintos expertos recuerdan que en 2012 todos los partidos se pusieron de acuerdo en sacar adelante una propuesta, pero que a día de hoy “no se ha hecho absolutamente nada, y mientras tanto, se han suicidado 25.000 personas más (eldiario.es. 22/02/2020)

Hay que tener en cuenta que desde el 2018, el Teléfono de la Esperanza atendió a cerca de 3000 llamadas de temática suicida, un 40% más que el año anterior, y en el 85% de ellas el que llamó dijo que el acto suicida estaba en curso.

Todas las drogas en España las toman más los hombres que las mujeres, menos los analgésicos opioides, adquiridos con receta, y que son las sustancias más consumidas solo por detrás del alcohol y tabaco.

Los trabajadores en prevención e intervención apuntan un sesgo de género en la salud, las mujeres: van más al médico y se las medicaliza antes por la dificultad de reconocerse drogodependientes ante estas sustancias (eldiario.es 16/12/2018)

¿Qué está pasando con los psicofármacos, especialmente entre las mujeres? El uso de hipnosedantes se ha casi triplicado en doce años, y el 64% de los consumidores en 2018, ya sea tanto en uso ocasional como abusivo, son mujeres. Su edad media es de cerca de 48 años, añadiendo problemáticas de un sector de trabajo que machaca con la sobreexplotación a las mujeres trabajadoras, como es el sector de trabajadoras de piso en hoteles, donde también se eleva el número de consumo de analgésicos para poder soportar la carga de trabajo y sus ritmos.

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