EL FMLN y la necesidad de una dirección marxista para la lucha revolucionaria

Hace unas semanas hemos sido testigos de los ataques entre políticos que representan los intereses de dos clases contrapuestas. Este escenario se ha manifestado con mayor claridad, por un lado la derecha defendiéndose a capa y espada de las últimas revelaciones en casos de corrupción y otros, malversando la información a través de la prensa y desvirtuando lo que representa los deseos de justicia de millones de trabajadores y por otro la izquierda que ha demostrado su incapacidad –salvo excepciones- para salir bien librada de toda esta cadena de sucesos, pero sobre todo su incapacidad para sacar provecho y elevar el estado de ánimo de la clase trabajadora para avanzar en la lucha revolucionaria.

 El papel de los individuos en la lucha de clases

El materialismo histórico no niega en absoluto el papel de los individuos en la historia, en momentos cruciales pueden ser muy decisivos. Los hombres y mujeres hacen su propia historia pero no la hacen a su libre arbitrio, sino bajo las condiciones que imperan en la sociedad en que se desarrollan. Lo que podemos ver en los últimos acontecimientos es una prueba de ello, actualmente la vanguardia de la izquierda representada por el FMLN ha mostrado una falta de liderazgo, lo que ha hecho posible que Bukele un empresario populista este teniendo eco en la juventud y parte de los trabajadores. La naturaleza aborrece el vacío, los trabajadores y la juventud a falta de una alternativa buscaran apoyarse en los líderes que se encuentren más a favor de sus necesidades. Bukele ha sabido personificar algunas de las necesidades de los trabajadores. Si bien es cierto la lucha de clases no se ha materializado de manera más clara entre las masas, sin duda las distintas disputas entre políticos solo son un reflejo de las amplias corrientes que se desarrollan por debajo de la superficie, tal y como las olas del mar son la expresión visible de las fuertes corrientes oceánicas que se desarrollan en la profundidad de este.

Tarde o temprano cualquier acontecimiento inesperado puede desencadenar una lucha más decidida entre las clases, esta es una ley dialéctica. Las masas saldrán de su letargo y querrán cambiar todo lo que por mucho tiempo ha servido de obstáculo para mejorar sus condiciones de vida, partidos, programas y políticos serán desechados en el curso de los acontecimientos hasta que se encuentren con uno que si solvente sus necesidades.

La izquierda y su timidez oportuna

Sin duda todos los acontecimientos en boga, pudieran servir para exponer nuestras ideas a favor de la necesidad de una transformación revolucionaria, así, el caso Flores debería de llevarnos a la conclusión de que tenemos un conjunto de leyes que no defienden nuestros intereses sino los intereses de la burguesía, lo mismo con el caso de los jesuitas; la campaña mediática por parte de la ANEP en contra de la reforma de las pensiones y también los ataques a líderes que en su momento han representado de forma amorfa los intereses de la clase trabajadora, nos lleva a la conclusión de que la burguesía controla la mayor parte de los medios de comunicación y que los utiliza inteligentemente para defender sus intereses, por lo tanto una nacionalización de los medios de comunicación bajo control de los trabajadores es urgente. Sin embargo esto no está siendo aprovechado por nuestro partido FMLN, tal situación expresa dos cuestiones: la negativa por parte de la dirección burocrática para avanzar a medidas socialista y la incomprensión teórica de sus líderes para aprovechar los acontecimientos. De continuar con esta actitud la derecha terminará sacando una amplia ventaja de estos acontecimientos muy a pesar de que tenga todo en contra. La verdad explicada desde la óptica de la burguesía se transforma en su contrario con un solo leve incremento de tinta en sus periódicos.

 ¿Qué hacer?

Para los marxistas un partido ante todo es un programa, ideas, métodos y tradiciones y solo en último lugar un aparato, sin menospreciar la importancia de este último para llevar las ideas a las masas. La ausencia de debates debe ser sustituida por el regreso al estudio de las ideas revolucionarias, en el pasado congreso de nuestro partido se explicó la necesidad de regresar a Marx y Lenin, el camino está señalado hay que recorrerlo.

Es necesario que en los comités y en todas las instancias del partido se debata sobre táctica y estrategia y se preparen a compañeros para afrontar las futuras batallas, la juventud debe de prepararse y armarse con las ideas más revolucionarias y que mejor que hacerlo con las ideas del marxismo.

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