Arquímides Cruz, heredero de esperanza y paz

Arquímides Cruz, poeta combatiente y músico,  nació el 17 de diciembre de 1964, originario de San Sebastián, San Vicente; desde niño amaba sumergirse en la lectura y el aprendizaje, interesándose cada día por la realidad en la que vivía. Su espíritu noble lleno de ternura y solidaridad era como la lluvia que caía en campo seco y hacia florecer la esperanza de una vida digna y dichosa para la gente pobre de su pueblo. Su identidad con los pobres le creó una inclinación al sacerdocio, sin embargo, se dio cuenta que no bastaba rezar para cambiar la realidad en la que vivía, por esta razón optó por tomar el camino de las armas.


Arquímides Cruz, poeta combatiente y músico,  nació el 17 de diciembre de 1964, originario de San Sebastián, San Vicente; desde niño amaba sumergirse en la lectura y el aprendizaje, interesándose cada día por la realidad en la que vivía. Su espíritu noble lleno de ternura y solidaridad era como la lluvia que caía en campo seco y hacia florecer la esperanza de una vida digna y dichosa para la gente pobre de su pueblo. Su identidad con los pobres le creó una inclinación al sacerdocio, sin embargo, se dio cuenta que no bastaba rezar para cambiar la realidad en la que vivía, por esta razón optó por tomar el camino de las armas.

Amante de la paz y soñador de justicia para su pueblo, Arquímides tuvo que asumir el compromiso histórico de combatir en una guerra de liberación popular, la cual termino costándole la vida. Muchos de los temas que aborda en su poesía están influenciados por la poesía de Roque Dalton, los textos de Lil Milagro Ramírez y la Biblia.

Como marxista salvadoreño entendía la poesía como revelación del espíritu de la lucha, fuese esta para derrocar una dictadura o para conquistar un corazón. Realizó sus estudios en la Universidad de El Salvador, en la carrera de Sociología. Desde ahí fue promotor cultural, músico y cantautor que acompañó al movimiento social y a organizaciones de masas en numerosos actos políticos-culturales. Formó parte del Taller Literario Xibalbá, asimismo fundó el Taller Literario Tagualashte en su pueblo natal San Sebastián.

Arquímedes Cruz dejó organizados por lo menos tres poemarios y muchos poemas en cuadernos y hojas sueltas. Con el poemario Este tiempo… infierno propicio de vida que se mueve con peste amorosa, obtuvo mención de honor en el certamen Alfonso Quijada Urías en 1988. Comenzó su militancia política en las Fuerzas Armadas de Liberación (FAL) del Partido Comunista y luego en la Resistencia Nacional (RN); ambas organizaciones miembros del FMLN.  Antes de partir al frente de guerra dejó terminado el libro Amando en tiempo de guerra, que dedicó a los poetas de Xibalbá y a compañeras y compañeros de lucha; mucho de ese material se extravió.

Arquímides quien invitaba la rebeldía, que es saber disfrutar de la vida rompiendo su monotonía o rigidez para disfrutar de la lluvia, pues la lluvia para Arquímides en uno de sus versos de Izaremos la bandera de la Lluvia, es alimento para los campesinos, alegría para los niños y niñas, y socialismo para la humanidad. Lamentablemente no todos coincidían con los métodos de Arquímides para realizar sus sueños.

Arquímides al igual que su compañera de lucha Claudia Maria Jovel, poetisa y música, fueron asesinados por sus mismos compañeros de armas a mediados de 1989, en el Frente Gerardo Barrios de la zona de La Libertad, acusados de traición en un juicio amañado y perverso. Durante muchos años sus compañeros de Xibalbá indagaron por sus restos y exigieron aclarar su asesinato en una campaña que se púbico durante cinco años en la portada del Suplemento Cultural Tres mil del diario Co Latino. Hasta hoy no se tiene un informe oficial del destino de sus restos.

Es así como Arquímides Cruz forma parte de los poetas que asumieron un rol protagónico con la historia e hicieron suya la consigna empuñando el verbo en sus manos para vilipendiar a la injusticia a fin de ver salir el sol más allá de la montaña. A continuación recopilamos una muestra de su trabajo, en el cual plasma su entrega por la vida, el amor por su pueblo y la firmeza de que una patria mejor es posible.

 

TENGO QUE MARCHARME

Tengo que marcharme.
Es una herida inútil.
Es la maldición de los elegidos
la que me persigue por todos los acantilados y veredas.
Cuatro veces he desmejorado
mis citas acechantes
y solo me consta que hoy todavía no he muerto,
los otros tuvieron ya ese lujo,
y sin embargo, la harina del costal siguiente
me temo que no tendrá su propia medida.
Por lo demás, el que la victoria este de nuestro lado
es un hecho.
¿Cuándo?
No nos importa.
Amamos lo incierto y nos jactamos de ello.

 

LOS MOTIVOS DEL AMOR Y DE LA GUERRA

Mañana cuando tus hijos pregunten sobre los motivos del amor y la guerra
Diles
que alguien quien te amo
derrotó a la muerte, puso la sonrisa más bella del siglo,
con los labios de los niños construyó la vida. Sostuvo con firmeza la esperanza,
compartió el amor con todos,
salió a fecundar el universo con la sabiduría y el amor de los hombres nuevos.

 

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