A un año del triunfo electoral: es necesario construir el socialismo en El Salvador

Este 15 de marzo se cumplió un año del gran triunfo del pueblo salvadoreño que derrocó al partido ARENA, representante fiel de la burguesía, en las elecciones presidenciales. Hace un año las masas empobrecidas desafiaron a la burguesía que presionó por todos los medios para que la gente no votara por el FMLN y su candidato Mauricio Funes, derrotaron un fraude electoral escandaloso en unas elecciones llenas de irregularidades donde la derecha movilizó a miles y miles de centroamericanos no salvadoreños para que votaran a favor de ARENA.

Este 15 de marzo se cumplió un año del gran triunfo del pueblo salvadoreño que derrocó al partido ARENA, representante fiel de la burguesía, en las elecciones presidenciales. Hace un año las masas empobrecidas desafiaron a la burguesía que presionó por todos los medios para que la gente no votara por el FMLN y su candidato Mauricio Funes, derrotaron un fraude electoral escandaloso en unas elecciones llenas de irregularidades donde la derecha movilizó a miles y miles de centroamericanos no salvadoreños para que votaran a favor de ARENA.

La burguesía titubeo hasta el final, no descartaba imponer una vez mas a su partido en el gobierno, pero esta vez fue diferente. De no haber reconocido el triunfo de la izquierda hubiéramos vivido un levantamiento revolucionario de las masas hartas de tantos gobiernos de derecha.
La burguesía esta claramente dividida, el partido ARENA ha tenido una escisión donde han perdido la tercera parte de sus parlamentarios y varios gobiernos municipales, estos han formado un nuevo partido llamado GANA. Perder las elecciones fue un gran golpe para ellos, la burguesía reconoció su derrota porque no tenia opción, solo cambiaron de táctica pues para ellos no les es nada cómodo lidiar con un gobierno donde participan excombatientes que en el pasado lucharon con las armas en la mano a la burguesía nacional e imperialista señalando que el objetivo de la lucha era el socialismo.
No cabe duda que el triunfo del 15 de marzo de 2009 fue un gran paso adelante que muestra la disposición y aspiraciones de las masas a un cambio real y profundo, pero solo es un paso. El país ha quedado devastado durante todos los gobiernos capitalistas anteriores, a esto hay que sumar que el gobierno de Funes-FMLN inicia cuando el capitalismo sufre una de sus peores crisis de la historia que está teniendo repercusiones severas. El año pasado las remesas cayeron un 8.5% con respecto al año anterior, de la misma forma las exportaciones bajaron 16.5% y las importaciones 26.6% mostrando la baja en el consumo interno. Los niveles de endeudamiento son enormes y el Estado no es capas de cubrir sus gastos regulares y tiene que depender de los préstamos internacionales, de los cuales dependen también en gran medida los programas sociales.
Como es de suponer esto tiene una afectación en la calidad y niveles de vida de las masas. Problemas como los altos índices de criminalidad están lejos de solucionarse.
El FMLN presentó en esta ocasión de candidato a Mauricio Funes, un periodista que se había mostrado valiente en sus críticas a los gobiernos de ARENA, este fue apoyado por un grupo llamado los amigos de Funes donde se encuentran capitalistas desplazados. Desde nuestro punto de vista esta no fue la mejor táctica del FMLN pues en la práctica significaba aliar al partido de los trabajadores con un sector de la burguesía. Toda la historia del movimiento obrero ha señalado que la burguesía “progresista” siempre termina sucumbiendo ante las presiones de los imperialistas y nunca logran completar las tareas de la revolución democrática, ya no digamos los problemas de las masas que bajo las condiciones de El Salvador solo tienen solución traspasando el programa de reformas y trascendiendo a medidas socialistas.
La dirección del FMLN siente con mayor fuerza la presión de las masas que esperan los cambios pero que se empiezan a dar cuenta que no son suficientes unas cuantas reformas sino que se necesita un cambio radical. El Salvador forma parte del proceso revolucionario latinoamericano. El golpe de Estado en Honduras ha prendido los focos rojos y muestra el verdadero carácter de las burguesías centroamericanas y por otro lado la revolución venezolana es un potente polo de atracción.
Funes y la dirección del FMLN están presionados por clases antagónicas, el partido de los trabajadores salvadoreños dentro de este proceso de gran trascendencia para el futuro del país, decidió por unanimidad, en su pasada Convención Nacional, sumarse al llamado de Chávez a formar la V Internacional Socialista a su vez que Funes declara que su gobierno no pretende ir al socialismo.
Centroamérica vive un periodo turbulento donde debemos estar preparados a los cambios bruscos y repentinos. El pueblo salvadoreño y en especial los sindicatos y las bases del FMLN deben pugnar porque el gobierno de Funes-FMLN aplique un claro programa a favor de los trabajadores, se alíen con sus hermanos de clase en América Latina y el Mundo. El capitalismo ha demostrado su bancarrota en toda Centroamérica, es necesario que los trabajadores se construyan un futuro digno, lo que implica acabar con los privilegios de la voraz burguesía, expropiando sus industrias, tierra y banca y así empezar a construir una sociedad auténticamente socialista.
15 de marzo de 2010

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